Muchos nombres, pero este River no arranca

25/08/2024
Muchos nombres, pero este River no arranca

A pesar de que intentó hasta el último momento, River no pudo romper el cero ante la Lepra y se fue con un punto del Monumental.

 

Mientras en la Libertadores mostró su mejor versión, fundamentalmente en la vuelta contra Talleres (pero hasta ahí nomás), el River de Gallardo del torneo local todavía está buscando encarrilar. Y si se comparan los rendimientos de miércoles a domingos, se observan diferencias: pasó de encontrar pases y ser superior ante un rival de fuste a no encontrar los caminos contra un Newell's que venía golpeado y se jugó una verdadera final, llevando a cabo una idea que complicó.

 

Si al Millonario le costó el partido fue porque no tuvo una elaboración de juego de calidad, a la par de los intérpretes que estaban en el campo. Ante un equipo que estuvo siempre muy bien ordenado y presionó alto en varios tramos de la noche, escaseó esa movilidad constante que pretende el Muñeco: en el primer tiempo, por caso, Mastantuono y Colidio no pesaron por estar pegados a ambas bandas, jugando prácticamente como extremos a pierna cambiada en un 4-3-3 que no funcionó y dejó inconforme al DT. Con Kranevitter tomado (gran desgaste de Miljevic para defender y salir rápido de contra), Simón y Meza quedaron con pocos socios para hacerse cargo de la gestación.

En ese contexto, sin posesiones largas por errores en los pases o recuperaciones del rival, a los laterales les costó entrar en juego: el Huevo Acuña, #1 en el aplausómetro de los jugadores junto a Borja, mostró destellos de calidad en algunas maniobras individuales, firmeza en la marca y personalidad para adueñarse del puesto. Las pocas llegadas del equipo fueron mediante toques de primera en la mitad de la cancha para romper la presión y desarticular a los rosarinos.

Para que se diera esto, gran parte del mérito se lo lleva Newell's, que se plantó en el Monumental de manera muy ordenada y con una idea de juego clara. Consciente de sus limitaciones y del momento que atravesaba (seis sin ganar, con el clásico perdido y una eliminación en Copa Argentina contra Central Córdoba hace cuatro días incluidas), le atoró la salida al equipo de Gallardo.

Le rodeó bien a sus creativos con un mediocampo infranqueable (destacados Fernández Cedrés y Juan Méndez) y supo aislar a Mastantuono contra la banda derecha. Cuando esto fallaba, atrás aparecía el muro Velázquez, rebotador de cualquier pelota que pasara cerca y con un quite al extremo a Colidio (se iba mano a mano) que terminó siendo determinante.

Mastantuono no estuvo fino y River lo sufrió. (Foto: Maxi Failla)
Mastantuono no estuvo fino y River lo sufrió. (Foto: Maxi Failla)

El Muñeco intentó cambiar la ecuación con el Diablito Echeverri de entrada en el segundo tiempo y como enlace, dejándoles la raya a Bustos y Acuña. Ahí, ya con una Lepra que sintió el desgaste y se preocupó más por abroquelarse que por atacar, se vio lo mejor de River, con asociaciones más claras y una mayor facilidad para encontrar los espacios. 

Si no consiguió el 1-0 (resultado que hubiera sido justo por insistencia) fue por algunas imprecisiones en el pase final: la habilitación magistral que Lanzini le metió a Meza en el final -que no pudo terminar en pase al medio a Borja- es la muestra más fiel.

Ese 1-0, justamente, le hubiera permitido mantener una racha de 43 partidos consecutivos convirtiendo en el Monumental. Un estadio que este domingo sacó chapa de tener a Armani, Pezzella y Acuña en cancha con un "Bienvenidos a la casa de los campeones del mundo" que se leyó durante toda la noche en el cartel electrónico de la San Martín.

Con la mala noticia de la nueva luxación en el hombro izquierdo sufrida por Aliendro, Gallardo sabe que de mejorar al River del torneo. A su favor, tiene tiempo (no mucho), experiencia y jugadores de jerarquía, pero el equipo no arranca...

 

El Clima en El Soberbio