Calentura: Argentina fue errática y perdió contra Colombia por un penal muy polémico
La Selección luchó, pero no le alcanzó en el calor de Barranquilla: el 2-1 final llegó por una decisión discutible del VAR. Tuvo mucha entrega y coraje, pero extrañó la inspiración de Messi y Di María. Erróneo planteo de Scaloni, con 3 centrales, dos 9... Y sin chances a Dybala y Garnacho...
La Scaloneta detuvo su marcha triunfal, pero esa sentencia solo tiene que ver con la chapa final en Barranquilla. Porque la Selección sigue siendo un equipo confiable, que ilusiona, que puede perder, obvio, pero que da la cara, que deja bien en alto la bandera y que aunque tenga que jugar con casi 40 grados, 80 por ciento de humedad y a las tres de la tarde, para ganarle el rival debe tener una cuota de suerte. Y en este caso sacarle jugo a un penal que por lo menos, es polémico.
En el escenario más difícil y ante el rival más calificado que hoy tiene en estas Eliminatorias -Colombia es superior hoy a Brasil y Uruguay-, la Selección tuvo una actuación dispar, con rendimientos que no fueron parejos.
La Selección perdió por detalles, porque no estuvo fino ni claro en ataque y, cuando le llegaron, le facturaron: una de pelota parada y la otra con un penal que necesitó del VAR para ser cobrado (al contrario de otras veces que nos ayudaron), que dejó muchas dudas porque no está clara la falta de Otamendi a Muñoz.
ESCASO VUELO...
No tuvo su mejor partido ni tuvo su mejor versión. En un partido parejo, se bancó jugar en un clima hostil y mostró sus credenciales tratando de salir a ganar, proponiendo su juego y buscando doblegar a un rival que tenía sed de revancha por lo que sucedió en las últimas dos Copas América, esas que brillan en la camiseta argentina.
Porque la Scaloneta tiene en su haber la Copa del 2021 (le ganó a Colombia las semis por penales) y también la reciente de 2024 (venció a los Cafeteros 1-0, en la final).
Son pocas las veces que esta Selección ha perdido (siete en 79) en este ciclo y hay matices para analizar. Porque cuando perdió no hace tanto ante Uruguay en la Bombonera, con Messi y Di María en cancha, el equipo había mostrado una involución en el juego. Y a los pocos días sí mostró el nivel y logró una victoria histórica en Brasil. En esta doble fecha, no fue tan dispar: goleó a Chile jugando muy bien en el ST tras ponerse 1-0 en el reinicio, perdió en Colombia por poco, cuando mereció al menos el empate.
El calor y la humedad influyeron en el ritmo de juego. El césped tampoco ayudaba para un buen espectáculo. La Argentina tuvo las más claras en este primer tiempo: lo tuvo Julián, De Paul de afuera y casi lo empata en el final del PT desde la pelota parada, justamente la vía en la que el local encontró el 1-0 en el cabezazo de Mosquera.
Para voltear a esta Selección hace falta mucho más que un gol o un clima adverso. Y por eso en el comienzo del segundo tiempo, Nico González metió en una corrida increíble para aprovechar el mal pase de James Rodríguez. El ahora delantero de la Juventus mostró por qué pagaron tanto por su pase: al margen de ser un jugador de rol que puede ocupar varios puestos, cuando se le abre el arco, es cosa seria.
Cuando Argentina parecía que se llevaba puesto a Colombia en su casa, llegó esa jugada polémica: la barrida de Otamendi a Muñoz que no pareció falta. Pero el VAR llamó, el árbitro cambió su opinión y James redimió su error para poner el 2-1.
Después, se jugó un típico partido de Eliminatorias: el que gana no quiere jugar más y hace tiempo, mientras que el que está perdiendo tira toda la carne en el asador. Tuvo un par de opciones para empatarlo (casi Julián, casi Lautaro) pero le faltó ese pase fino, final, para volverse de Barranquilla con un punto. Igual, este grupo volvió a demostrar que compite y bien aunque no esté Messi.