La eutanasia fue aprobada en Portugal y ahora los mayores de edad con enfermedades terminales podrán pedirla

14/05/2023
La eutanasia fue aprobada en Portugal y ahora los mayores de edad con enfermedades terminales podrán pedirla

El Parlamento portugués ha dado un paso significativo en el debate sobre la muerte médicamente asistida, mas conocida como eutanasia, al aprobar un proyecto de ley con 129 votos a favor y 81 en contra.

Esta medida, que había sido vetada previamente por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, permite que los mayores de 18 años de nacionalidad portuguesa o residentes en el país soliciten asistencia médica para morir en casos de enfermedad terminal y sufrimiento intolerable.

La aprobación de esta ley ha generado un intenso debate en el país, dividiendo a los partidos políticos en distintas posturas. La mayoría de los diputados socialistas y de izquierda votaron a favor de la medida, mientras que los socialdemócratas y la derecha se opusieron a ella. Esta clara división refleja las diferentes perspectivas y valores en torno a la muerte asistida que existen en la sociedad portuguesa.

El proyecto de ley busca establecer un marco legal que garantice el derecho de las personas a decidir sobre su propia vida en situaciones extremas de sufrimiento y enfermedad terminal. Para acceder a la muerte médicamente asistida, los individuos deben cumplir con ciertos requisitos, como ser mayores de edad, tener la nacionalidad portuguesa o residencia en el país, y padecer una enfermedad incurable que cause un sufrimiento insoportable.

La promulgación de esta ley, que deberá realizarse en un plazo de ocho días, supone un importante avance en el reconocimiento de los derechos individuales y la autonomía personal en Portugal. Sin embargo, también ha generado controversia y ha despertado preocupaciones sobre los posibles abusos y consecuencias éticas de la muerte asistida.

El presidente Rebelo de Sousa, quien vetó inicialmente el proyecto de ley, expresó sus reservas y dudas sobre ciertos aspectos de la legislación. No obstante, la aprobación por parte del Parlamento ha dejado en claro la voluntad de la mayoría de los legisladores de avanzar en este tema.

La sociedad portuguesa enfrenta ahora el desafío de implementar esta nueva legislación y establecer los mecanismos necesarios para garantizar un proceso transparente y seguro en la aplicación de la muerte médicamente asistida. Se espera que se lleven a cabo regulaciones y protocolos rigurosos que salvaguarden tanto los derechos de las personas que desean poner fin a su sufrimiento como los principios éticos que rigen la práctica médica.

La aprobación de esta ley en Portugal se suma a un creciente número de países que han legalizado o despenalizado la muerte asistida en los últimos años, como Países Bajos, Bélgica, Canadá y Luxemburgo. Este avance refleja una evolución en las actitudes sociales y en la comprensión de la autonomía y la dignidad de las personas en situaciones extremas de enfermedad y sufrimiento. Con información de Euro News.

 

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