El último campeón de Champions League no tuvo piedad con el equipo de MLS, los aplastó con un 4-0 y es serio candidato a quedarse con el título.

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No hubo equivalencias en Atlanta. En un imponente Mercedes-Benz Stadium con gran concurrencia –65 mil espectadores, un 90% de su capacidad– y teñido de rosa por miles de camisetas de Inter Miami, el equipo de Lionel Messi fue claramente local por primera vez en este Mundial de Clubes. Pero el apoyo no alcanzó.

La jerarquía y el físico del campeón de la Champions League impusieron condiciones desde el primer minuto. PSG presionó alto, manejó los tiempos con un Vitinha brillante como cerebro del equipo y dio una clase de fútbol total. Fue 4-0 para que los parisinos se metan en cuartos de final del certamen FIFA y los de la MLS a pensar en la MLS, justamente.

Inter Miami apenas pudo resistir. A los seis minutos, João Neves apareció solo por el segundo palo tras un centro perfecto de Vitinha y, de cabeza, abrió el marcador. Messi, muy marcado, tuvo que retroceder incluso por detrás de la mitad de cancha para recibir la pelota. Y cada pérdida se pagaba caro: tras una mala salida de Sergio Busquets, PSG recuperó y en pocos toques, entre Fabián y Barcola, asistieron otra vez a Neves para el 2-0.

Con cada aceleración, el PSG parecía llevarse algo. Y así fue. Un gol en contra de Tomás Avilés tras una linda jugada colectiva y otro de Hakimi para irse al descanso con una diferencia abrumadora en el campo de juego y en el resultado. Messi no podía esconder su frustración por lo que se vivía en el verde césped.

 

En la segunda etapa, con el encuentro ya definido, PSG bajó un tanto la intensidad y erró en los metros finales. La goleada no fue más amplia gracias a un Ustari que tuvo muy buenas intervenciones. Las Garzas tuvieron algunas situaciones para conseguir el tanto del honor, que no llegó: un cabezazo de Leo en el tramo final inquietó a Donnarumma que respondió de gran manera. Y un tiro libre del 10, en su zona Messi, terminó en la barrera. Una barrera al sueño.

Inter Miami se despide del Mundial de Clubes con la frente en alto, tras una histórica fase de grupos en la que superó con creces las expectativas: logró el primer triunfo de un club de Concacaf ante un equipo europeo en una competencia oficial (vs. Porto), estuvo a un suspiro de vencer al campeón sudamericano (Palmeiras) e igualó ante el gigante egipcio, Al Ahly. Sin embargo, el choque ante el PSG dejó una conclusión inevitable: aún está lejos de poder competir contra los mejores. Messi, muy marcado y frustrado, no pudo brillar ante su ex club.

Leo y compañía, out del Mundial de Clubes. (REUTERS/Kai Pfaffenbach).

 

Ahora, el equipo de Mascherano deberá dejar atrás el golpe recibido en Atlanta y recuperar las sensaciones positivas de los días previos. Con la Leagues Cup y la MLS Cup aún por disputar, Inter Miami tiene por delante dos oportunidades concretas de pelear por títulos en 2025. Por juego, plantel y jerarquía individual, seguirá siendo uno de los grandes candidatos en la competencia doméstica y ante rivales de la Liga MX.