Lucas y Choclo polarizan la elección en Alba Posse
Como en gran parte de los 78 municipios misioneros, en Alba Posse la expectativas por el triunfo se centraliza entre dos candidatos del Frente Renovador de la Concordia, el actual intendente Lucas Gerhardt y el mismo contrincante al que ya derrotara en 2019, Daniel “Choclo” Viera de Carvalho, pariente de Nelson Carvalho, quien estuvo al frente de la comuna durante tres períodos (y luego su hijo Celso, por cuatro años más).
Son siete los candidatos a la intendencia que se presentan este domingo 7 de mayo: por la Renovación además está Graciela Perete (esposa de Nelson) y por tercera vez consecutiva, Eliseo Heck, referente de APTM. Juntos por el Cambio postula a dos aspirantes: el docente Claudio “Chicho” Cerioli y Raúl Fernández, mientras que por el Partido Agrario y Social irá el actual concejal Daniel Muller.
Los dos principales aspirantes al Ejecutivo realizaron actos multitudinarios en los cierres de campaña: Choclo convocó a unas 2 mil personas el domingo 30 de abril, mientras que Lucas, prácticamente duplicó la cantidad de seguidores el jueves 4 reciente, llenando las instalaciones del Polideportivo de Santa Rita. Según fuentes de la Policía, “hubo entre 3.500 y 4 mil personas”, quienes, seducidas además por el sorteo de jugosos premios, se acercaron masivamente al punto tal que más mil de ellos no pudieron ingresar al gimnasio, que tuvo como broche de oro el show y baile animado por Los Tremendos de Leandro N. Alem.
CINCO BANCAS EN JUEGO
En medio de una campaña de 40 días muy intensa, con reuniones prácticamente durante todos los días en los diferentes parajes y colonias, hubo munición gruesa de ambos lados en los medios radiales y en las redes sociales, sobre todo de parte de la oposición que intentó “embarrar la cancha” hasta último momento, quizás por sentirse en desventaja en la intención de voto.
En ese contexto, en la previa de paridad, viene como favorito en las encuestas –y en la percepción de la gente- el intendente Lucas Gerhardt, quien tiene como primer concejal a un viejo militante y eterno candidato como Ariel Masís. Pone en juego dos bancas el Oficialismo, las de Marta “Piquetera” De Lima y la de Marcelo Bruenner (ahora segundo en la lista del oponente Choclo), quienes se “cambiaron de bando” por profundas diferencias con el alcalde.
Pero también tuvo Lucas un “Judas” en plana gestión, ya que el año pasado, el entonces director de Acción Social, Víctor Rosario (encima hijo de un Pastor Evangélico excomulgado), había gestionado unas 400 pensiones por invalidez a nombre de la Muni, pero se “las cedió” curiosamente a Choclo para que se las adjudique… Ah, además cobraba 20 mil pesos a cada beneficiario… Y lógicamente esa deslealtad le valió su inmediata dimisión y el reemplazo por el activo funcionario Fernando Meza.
En el segundo lugar de la lista oficialista está la popular locutora y propietaria de FM Unión Angélica Alves y tercero, el docente Leo Poschmann.
LA OPOSICIÓN
El principal opositor, conocido popularmente como Choclo en toda la zona, tiene como cabeza de lista a la profesora Nélida Ofelia “Pelusa” Bidese, de escasa experiencia política, pero de buena llegada en más sectores críticos de Santa Rita, mientras que tercera está Marlí Muller.
Más allá de algunas críticas a su gestión y sobre todo por su estilo muy personalista (lo que le valió la partida de algunos de sus aliados en 2019), Lucas Gerhardt aparece como favorito, por su estilo populista y bonachón, con cierta similitud a Coleco en El Soberbio (de hecho son amigos desde hace un tiempo).
Choclo, ex maquinista de Celso Carvalho -muy querido en zonas rurales-, quien heredó la candidatura a intendente en 2019 debido a la denuncia al otrora intendente el por desvío de fondos en la compra de un camión (en la Provincia le recomendaron que no se presentara a la reelección), en aquel entonces hizo una buena elección, quedando a unos 600 votos.
Pero los entendidos creen que, más allá de su imagen de “Gordo y buen tipo”, perdería buena parte de los votos “carvallistas” porque la esposa del otrora “caudillo” albaposeño Nelson Carvalo, Graciela Perete, también se postula a la intendencia, con su pareja como candidato a primer concejal, quien confía en ganar una banca en el Concejo. Pero como estuvo ausente del escenario político durante 8 años, muchos dudan de que pueda sacar 1.200 ó 1.300 votos, necesarios para la cifra repartidora, aunque históricamente siempre fue su piso.
Precisamente Choclo pone en juego las bancas de Celso Carvalho y Graciela Kaefer, a quienes se sumaron Marta De Lima y Marcelo Bruenner, quienes “se cambiaron de bando”. Por ende, de aquí hasta fin de año, Lucas tendría literalmente al Concejo Deliberante en contra. Curiosamente su único “aliado” hoy día en el Legislativo es el edil del Partido Agrario y candidato al Ejecutivo, Daniel Muller.
POR LA MINORÍA
Por primera vez en 12 años, el PAyS podría perder su lugar por la Minoría, ya que en esta oportunidad, el frente creado por Cacho Bárbaro en 2008, presenta un solo sublema, con Daniel Muller como candidato a intendente y primer concejal a la vez. Es que Juntos por el Cambio presenta dos sublemas, y entre ellas la potencial favorita a ganar una banca es la del docente Chicho Cerioli, quien lleva a Sergio Gabriel Riedel como cabeza de lista. Por su lado Raúl Fernández tiene como primer concejal a Marcelo Hjorth.
De acuerdo a la página oficial del Tribunal Electoral de Misiones, el municipio de Alba Posse tiene un padrón total de 9092 votantes, de los cuales 364 son extranjeros (el departamento 25 de Mayo suma 25.686 en su totalidad).
Haciendo una rápida proyección, y teniendo en cuenta el pronóstico de lluvias y tormenta para este domingo, si concurriera a sufragar el 70% del padrón, serían 6.364 electores, con lo cual la cifra repartidora para una banca serían 1.272 sufragios.
Y por ende, el candidato que quiera “meter” a dos concejales debería sacar 2.545 votos (el 40% de los votantes). Y para ganar 3 bancas debería sacar 3.818 (el 60%), algo que, teniendo en cuenta la polarización entre los dos candidatos, suena a algo prácticamente una utopía, algo casi imposible, más allá de que “la política sea el arte de lo imprevisible”.