Talleres le dio una nueva señal de alerta a un endeble e irresoluto River

15/05/2023
Talleres le dio una nueva señal de alerta a un endeble e irresoluto River

Con un doblete de Rodrigo Garro (descontó Matías Suárez), los cordobeses le ganaron bien al puntero, que sufrió atrás sin Aliendo, y le costó en el mediocampo.

En condiciones normales, Talleres será uno de los equipos que le peleen el campeonato a River. La proyección se acentúa en la victoria de anoche, pero también en un trabajo que lleva muchísimo tiempo y que resultó en un equipo que sabe a lo que juega sin importar el rival que esté enfrente. 

Ni siquiera, se vio, si el contrincante es el puntero absoluto del campeonato que venía, encima, con el plus anímico de haber ganado el superclásico: al contrario de lo que hizo el Boca de Almirón en el Monumental, la T no jugó meramente a destruir resignando su ataque.

Todo lo contrario: Valoyes por un lado, Sosa por el otro, Garro suelto y Michael Santos por delante no se tocan. No: el póker ofensivo que Javier Gandolfi le fijó a su amigo Martín Demichelis fue de hecho una de las principales razones por las que ganó Talleres y una pesadilla para la fase defensiva de River.

Si Talleres entonces no se pareció a Boca en el clásico, River tampoco se pareció mucho a su misma versión de hace siete días. El cambio de un Rondón que hasta aquí nunca justificó su titularidad por un Aliendro que era de los puntos más altos del equipo en el último tiempo pareció descompensar una mitad de la cancha que los cordobeses atacaron de entrada: la T olió sangre y fue directo a presionar bien alto una salida muy incómoda para el CARP desde abajo.

Un Enzo Pérez más solo e impreciso que en los últimos tiempos, sufrió por la voracidad de Talleres: la distancia entre EP y la dupla González Pirez-Paulo Díaz fue, de hecho, la que facilitó el primer gol en contra, gracias a un Sosa que leyó muy bien los espacios y a un Garro que la empujó para empezar a dibujar su noche consagratoria en el Kempes.

Como sucedía acaso en algunos de los primeros partidos de esta nueva era, cada pérdida de River (y fueron muchas: Nacho Fernández, que esta vez estuvo muy poco fino, como casi siempre desde que regresó al club) fue sensación de peligro de gol del rival.

Del mismo modo, el retroceso sigue siendo traumático por momentos: aquella contra que desaprovechó Toledo en la visita a Sarmiento después de un corner mal tirado es tal vez un ícono para una jugada que ya se repitió en varios partidos, incluido el de la noche del domingo. Esta vez, no fue gol solo por la salida rápida de un Armani que demoró más de una hora el 0-1 con apariciones clave.

Sin Aliendro, el CARP perdió equilibrio. ¿Por qué lo sigue sacando del equipo titular un testarudo DT? Con Rondón, no ganó demasiado: el venezolano tal vez necesite de una buena pretemporada que no tuvo, pero lo cierto es que de momento y más allá de algunas acciones muy puntuales que dan cuenta de la jerarquía de un delantero que compitió tantos años internacionalmente, su nivel hace que resulte extraño que sea titular y que, también, esté por encima de Borja en la consideración del CT.

Claro: el partidazo que hizo Talleres, la lectura precisa de Gandolfi y los errores de un River que tuvo individualidades muy bajas (Nacho, Casco, Enzo Díaz, el propio Enzo o Rondón) justificaron la primera derrota del líder en 11 partidos de Liga y casi tres meses.

Por algo es puntero: aún en una noche floja y con un rival inspirado (el segundo de Garro, para un cuadro), el equipo de Micho la peleó hasta el final, con variantes que fueron empujando al Matador para descontar primero con el gol de Suárez (nunca hace goles decisivos: antes falló otro increíble cuando iban 0-1, tras una patriada de Solari, que también ingresó) y para buscar un empate que persiguió incluso en el último segundo del partido con el cabezazo de Borja que increíblemente rebotó en Enzo Pérez cuando iba al arco, aunque no se sabe si la pelota entraba...

No tendrá entonces que confundir a River esta derrota, pero sí advertirlo: como el Flu, la T lo fue a atacar con mucha gente y el equipo otra vez sufrió contra un rival trabajado que le disputó el protagonismo.

Por lo demás, sigue mirando a todos desde arriba: Talleres será uno de los que buscará alcanzarlo.

El campeonato se abrió y un nuevo traspié (que podría ser ahora un empate de local contra un Platense que viene de golear 3-0 a Racing) podría dejar a San Lorenzo a un solo partido...

Y en la Copa? Si River no corrige los severos errores en la marca y en el retroceso, hasta podrìa perder en Perú ante un desprejuiciado Spórting Cristal, que ya demostró en el Monumental que juega con atrevimiento y desparpajo. Ahí sí, si no cambia un tozudo Demichelis, que parece subestimar muchas veces al rival y a la situación, el otrora equipo copero del Muñeco Gallardo podría quedar con la soga al cuello.

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