De la cuarentena a la vacuna: a 5 años de su aparición, cómo enfrentó Misiones el desafío del COVID-19

16/03/2025
De la cuarentena a la vacuna: a 5 años de su aparición, cómo enfrentó Misiones el desafío del COVID-19

 

 

El 3 de marzo de 2020, se diagnosticaba el primer caso de COVID-19 en Argentina, un hecho que marcó el inicio de una crisis sanitaria global sin precedentes. Sin embargo, fue el 20 de marzo cuando la pandemia llegó a Misiones, justo al comienzo de la cuarentena obligatoria. Para Oscar Alarcón, exministro de Salud durante ese período, los primeros meses fueron determinantes para la provincia y su capacidad de respuesta frente a la emergencia sanitaria.

«Nosotros en Misiones tuvimos el primer caso el 20 de marzo, muy pegado al inicio de la cuarentena», recuerda Alarcón, quien asegura que este fue un «clic» tanto a nivel nacional como provincial. Desde entonces, la provincia adoptó una visión diferente de cómo abordar la crisis sanitaria, con la premisa de cuidar la salud, pero también la economía y los servicios esenciales. Según Alarcón, el gobernador Oscar Herrera Ahuad en ese entonces y el presidente de la Cámara durante ese año, Carlos Rovira, jugaron un papel clave en la coordinación de la respuesta.

A pesar de la complejidad del panorama, Misiones destacó por su enfoque integral. Alarcón recuerda cómo, antes de asumir el cargo, el gobernador le transmitió la importancia de actuar de manera inmediata en torno al dengue, enfermedad que en ese momento acaparaba la atención sanitaria. Sin embargo, la pandemia tomó rápidamente el protagonismo y obligó a redirigir los esfuerzos.

Con la creación del Comité de Crisis, la provincia comenzó a implementar medidas contundentes: cierre de escuelas, suspensión de clases y el monitoreo estricto de los ingresos a Misiones, en especial en las rutas 12 y 14. Además, se establecieron centros de testeos gratuitos y se realizó una importante inversión en equipamiento hospitalario.

«Se hizo una gran inversión en salud, desde la compra de respiradores hasta la reorganización de las terapias», subraya Alarcón. La capacidad de respuesta se multiplicó, los hospitales de nivel 3 fueron modernizados, y se extendieron las unidades de terapia intensiva en ciudades como Oberá, Eldorado, Iguazú y Posadas. En este sentido, destaca la creación del hospital respiratorio de Nuestra Señora de Fátima, ubicado en la Capital, el primer hospital de choque dedicado exclusivamente a pacientes con COVID-19.

Según Alarcón, este rápido accionar y la coordinación con los equipos de salud, los municipios y otros actores sociales contribuyeron a que Misiones se mantuviera entre las provincias con menor cantidad de casos y muertes. «No contamos la cantidad de muertes, sino la cantidad de personas vivas que están gracias al trabajo en equipo», afirma con orgullo Alarcón.

Además de la atención médica, el ex ministro sostuvo que la provincia también destacó por su enfoque en el bienestar social. En este sentido, en un contexto de pánico generalizado, las iglesias jugaron un papel fundamental al brindar apoyo emocional a la comunidad, ayudando a mitigar los efectos psicológicos del aislamiento. Las iglesias, además de ser lugares de culto, se convirtieron en espacios de contención para muchas personas afectadas por trastornos de la pandemia.

La respuesta de Misiones fue ampliamente reconocida a nivel nacional, con el Ministerio de Salud destacando a la provincia como un ejemplo en el manejo de la pandemia. A medida que la situación sanitaria se desarrolló, se implementaron leyes como la obligatoriedad del uso de barbijos, se distribuyó equipamiento de protección en hospitales y se planeó la fabricación de tapabocas a través de colaboraciones comunitarias.

 «Nuestra provincia siempre tuvo una visión diferente, implementamos sanitizadores en las entradas de instituciones públicas, hospitales, municipalidades y oficinas, donde la gente pasaba por túneles de desinfección», recuerda Alarcón. El objetivo era contener la propagación del virus, pero también educar a la población sobre hábitos preventivos.

«La gente aprendió a toser en el codo, a lavarse las manos frecuentemente y a evitar llevar a los niños al hospital si no fuera necesario», señala. Sin embargo, también se implementaron avances tecnológicos en la atención sanitaria. Misiones ya contaba con un sistema de historias clínicas digitales desde 2010, lo que permitió la rápida implementación de la telemedicina. Así, se facilitó la atención a distancia, evitando el contacto físico y mejorando la capacidad de respuesta ante la creciente demanda de atención.

En cuanto a la infraestructura sanitaria, Alarcón destaca que, mientras algunos hospitales en la provincia tenían una capacidad limitada de camas de terapia intensiva, el gobierno provincial impulsó una serie de ampliaciones.

«El hospital de Eldorado, por ejemplo, pasó de tener 8 a 60 camas de terapia intensiva», detalla. De esta forma, se distribuyó mejor la atención a nivel provincial, con hospitales en Iguazú, Apóstoles, Alem, Oberá y otros puntos clave. Esta red de hospitales, equipada con alta tecnología, garantizó que ningún paciente quedará sin atención, incluso si se requerirían traslados. «La provincia nunca quedó sin camas disponibles; si un hospital no tenía capacidad, el paciente era trasladado inmediatamente a otro», resalta.

Uno de los momentos más críticos fue cuando, a pesar de las restricciones fronterizas impuestas, la situación en los países vecinos generó tensiones. «Misiones fue criticada por cerrar las fronteras y limitar el pasaje diario», menciona Alarcón, recordando que la medida fue necesaria para proteger la salud de los misioneros, pero sin afectar el acceso a servicios esenciales. «No cerramos los negocios ni las actividades económicas esenciales, y protegimos el deporte. Fuimos una de las primeras provincias en permitir la práctica de deportes al aire libre», añade. «Al mismo tiempo, se implementó un sistema de apoyo psicológico con una línea 0800, para acompañar a quienes atravesaban dificultades emocionales debido al aislamiento», recordó. 

Covid-19: Misiones, la provincia que no colapsó y asistió a otras

A lo largo de la pandemia, la provincia también se destacó por su solidaridad con otras regiones del país. «Fuimos la primera provincia en asistir a otras con terapistas, cuando no tenían personal suficiente para atender la emergencia», menciona Alarcón. La respuesta de Misiones ante la pandemia fue, según él, «un ejemplo de trabajo en equipo y de rápida adaptación a un contexto que exigía decisiones urgentes y coordinadas».

En diciembre de 2020, la llegada de la vacuna marcó un antes y un después en la lucha contra el COVID-19. «La vacuna fue un alivio, pero también una gran incertidumbre», comenta Alarcón, refiriéndose a la rapidez con la que se armó la estrategia de vacunación. «Era un desafío decidir quiénes debían ser los primeros en recibirla, cómo distribuir la poca cantidad que llegaba», explica, destacando las gestiones realizadas para conseguir dosis adicionales.

Sin embargo, aseguró que la intervención del gobierno nacional, y en particular del ministro Ginés González García, permitió que las vacunas llegaran a la provincia de Misiones de manera suficiente y rápida. «El sistema de turnos RISMI facilitó la organización, permitiendo que miles de misioneros pudieran acceder a su vacuna».

«Al principio, había largas colas, pero la implementación del sistema Alegra Med para la vacunación también sirvió para otros servicios, como los turnos médicos y la telemedicina», señala Alarcón. Este sistema, que nació durante la pandemia, se mantuvo después para optimizar la atención médica, siendo utilizado para consultas, recetas electrónicas y más.

Alarcon sostuvo que lo largo de la pandemia, Misiones se distinguió por su capacidad de respuesta ante la emergencia sanitaria, pero también por su constante innovación y colaboración. La provincia implementó protocolos propios, como el uso de ivermectina para la prevención y tratamiento del COVID-19, que resultaron en una reducción significativa de casos graves. «Si pudimos salvar una vida con ivermectina, el objetivo ya fue cumplido», reflexiona Alarcón, resaltando que la provincia fue pionera en la implementación de este tratamiento, lo que le valió el reconocimiento a nivel nacional e internacional.

El desafío de la pandemia también permitió a Misiones mostrar su fortaleza en el campo de la salud. «El hospital Escuela de Misiones es un faro en la región», asegura Alarcón, destacando su capacidad para brindar atención de alta complejidad no solo a los misioneros, sino también a pacientes de provincias vecinas y de países limítrofes como Paraguay y Brasil. «Durante la pandemia, fuimos los primeros en la Argentina en recibir el suero equino, que era lo más avanzado para tratar el COVID», agrega, recordando la decisión del gobierno de gestionar su transporte en helicóptero debido a las restricciones de movilidad.

A cinco años de la crisis sanitaria, Alarcón resalta que la provincia de Misiones logró salir fortalecida de la pandemia, no solo por su respuesta rápida y organizada, sino también por la inversión en tecnología y la capacitación de su personal. «La provincia de Misiones aprobó con creces la prueba de fuego que fue el COVID-19», concluye, destacando el trabajo en equipo, la solidaridad y la resiliencia que permitieron salvar vidas y minimizar el impacto del virus en la comunidad.

 

 

 

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