Crucero le ganó a San Martín y se quedó en el Federal A agónicamente
Era la última final. El último pasito que había que dar para alejar definitivamente los fantasmas del descenso y asegurar la permanencia en el torneo Federal A. Y Crucero lo dio con personalidad. Sufrió más de siete meses. Pero el desahogo llegó en la última fecha con la victoria, apretada pero merecida, 1-0 frente a San Martín de Formosa en el Andrés Guacurarí. Un estadio que al final se vistió de fiesta.
En la previa los nervios y las tensiones jugaban su partido. La angustia flotaba en el ambiente. Sólo el triunfo era capaz de devolver el alma al cuerpo.
Así salió a jugar Crucero. Consciente de lo que estaba en juego. Y casi desde el vestuario el conjunto misionero tuvo la inmejorable oportunidad de encaminarse hacia el triunfo. Porque cuando apenas se cumplían 5’ de juego, y tras un centro cruzado, la pelota dio en la mano de Serrano dentro del área, el juez pitó la pena máxima y Lautaro Soto, desde los 12 pasos, reventó el palo derecho de Correa para el lamento de todo el Andrés Guacurarí. El atacante, que venía que convertir dos penales en el empate 2-2 ante Sarmiento en la última presentación del Colectivero, esta vez se quedó con las ganas en un momento crucial para las aspiraciones del equipo.
Obligado por las circunstancias (si bien el empate le daba una segunda vida), el entrenador Gustavo Módica lejos estuvo de especular en esta ‘finalísima’. Un ambicioso como sorpresivo 3-2-3-2 marcó la clara postura del local, que buscó generación con el tándem Melgarejo-Iglesias-Torres, velocidad con Soto y potencia con el reaparecido Pinti Álvarez.
El equipo formoseño, de su lado, mostró cierta cautela. Aunque necesitaba una victoria para clasificar a los playoffs sin depender de terceros, en el primer tiempo prefirió aguardar en su propio campo y especular.
El Colectivero monopolizó el desarrollo del partido sobre todo a partir del criterioso trabajo de Iglesias en la zona media. Defendió mano a mano en el fondo y buscó ser agresivo por las bandas.
El penal fallado le quitó un poco de luz a Soto, que no pudo prevalecer en el uno contra uno, pero así y todo Crucero inclinó la cancha a su favor con buenas sociedades colectivas en pequeños espacios. El propio Iglesias cerca estuvo de romper la paridad promediando el primer capítulo y más tarde fue Melgarejo el que definió suave en posición de gol.
Faltaba el premio a la búsqueda. A las buenas intenciones. Y llegó. Y de la mano de quién. Del ídolo. Pinti Álvarez le sacó brillo a su botín derecho y clavó un tiro libre en el ángulo de un anestesiado Correa para desatar la locura en Santa Inés.
A poco del cierre del primer segmento Crucero encontró la paz que estaba buscando y que tanto necesitaba para regular tensiones y bajar decibeles.
Sin el tensiómetro en mano, pero entendiendo que aún faltaban jugarse los 45 minutos más importantes de los últimos seis años (Crucero descendió al Federal A en julio de 2017), el Colectivero jugó sumamente concentrado, apretó en cada rincón de la cancha y, lo más importante, no retrocedió un solo metro respecto a la postura inicial.
De hecho, mantuvo la dinámica ofensiva y a punto estuvo de liquidar el pleito a los 20’, cuando el ingresado Catriel Weyreuter ganó en las alturas tras una pelota parada y su frentazo dio en el travesaño de un Correa ya resignado.
El ingreso de Isuardi por Soto sirvió para ganar en recuperación en perjuicio de juego, y a partir de ahí Crucero controló definitivamente el desarrollo. De a poco el Santo formoseño se dejó devorar por sus propios nervios y propuso un cambio de golpe por golpe. Literal. Y ambos se quedaron con uno menos por las expulsiones de Weyreuter y Alderete.
Los minutos se fueron consumiendo como papel en el fuego y Crucero se abrazó a una victoria fundamental que le permite a Misiones mantener vivo su lugar en la tercera categoría del fútbol argentino. Nada más y nada menos.