Se abstuvo de declarar el acusado de matar al vecino de una puñalada en San Vicente
En el Juzgado de Instrucción 3, el hombre de 51 años fue imputado formalmente por el delito de “homicidio simple”. La víctima, Martín Pereyra (53), murió a causa de una estocada en el estómago.
El segundo caso que se investiga como homicidio ocurrido en esta localidad en este 2024, ocurrió el pasado lunes a la madrugada en una ronda de tragos e involucró a la víctima, un hombre de 53 años y a su vecino. El señalado como autor, fue trasladado desde la seccional Segunda donde se encontraba alojado, al Juzgado de Instrucción de San Vicente, ubicado en calle Democracia casi Balbín.
Tras la designación de un defensor, le fue leído el sumario policial con las evidencias recabadas por el hecho ocurrido en la madrugada del lunes, donde se lo sindicaba como el responsable de la muerte de Martín Pereyra. Se negó a declarar respecto al hecho y le informaron que iba continuar detenido bajo la acusación de “homicidio simple”, el cual según el Código Penal establece una pena de entre 8 a 25 años de prisión de ser hallado culpable.
La investigación seguirá su curso con los testimonios que los testigos del caso aporten en sede judicial en los próximos días, entre ellos el hijo de la víctima. A las 2.55 del día citado, un llamado a la policía alertó que habían apuñalado a un hombre en el barrio 25 de Mayo. Una comisión llegó al lugar y se entrevistó con el hijo de Pereyra, quien intentaba que su padre no se desangrara.
Pidieron ayuda a los Bomberos Voluntarios quienes llegaron en ambulancia, pero constataron que el hombre ya se encontraba sin vida, presuntamente a causa de un shock hipovolémico.
El desangramiento ocurrió por una estocada de cuchillo que le afectó la zona abdominal superior, el epigastrio, es decir el estómago.
Lo que sucedió es que víctima y victimario eran vecinos y se habían reunido en la casa de Pereyra a compartir unos tragos. Precisamente en la escena del crimen quedó una botella de caña de medio litro.
Surgió una discusión, por cuestiones del momento o por algún rencor de vieja data que con el alcohol de por medio caldeó los ánimos e hizo que el señalado como autor lo apuñalara, para luego escapar de la casa.
La policía no tardó en hallarlo y en su poder le secuestraron una vaina de cuero, que pertenecería al cuchillo que quedó en la escena del crimen, donde también incautaron una camisa con manchas de sangre a fines periciales.