“Equipo de época”: dícese de aquel grupo de deportistas que permanecerá inmortalizado en la historia, no solamente por ganar títulos durante un largo período de tiempo, sino también por desplegar un juego vistoso, virtuoso y placentero. 

El Manchester City de Pep Guardiola ya es un equipo de época, escribiendo su nombre muy cerquita de la Máquina de River, el Real Madrid de Di Stefano, el Brasil del ’70, la Holanda del ’74, el Milan de Arrigo Sacchi y el Barcelona de Messi.

Y en la tarde soleada del Etihad Stadium, los Ciudadanos ganaron lo que nadie: su 4ª Premier League al hilo y la 6ª en un lapso de siete temporadas. Ni el Aston Villa de George Ramsey, ni el Liverpool de Bob Paisley, ni el Arsenal de Arsene Wenger, ni el United de Sir Alex Ferguson. Historia.

Si bien es cierto que el Real Madrid y el Borussia Dortmund serán los protagonistas de la final de la Champions League, el Manchester City cuenta con más de un argumento para ser considerado como el mejor equipo del planeta. ¿Qué vuelta de tuerca le dio Pep a su obra, tras la consagración de Estambul?

Sobrellevó de gran manera la partida de un histórico como Gündogan, dejó de depender de Stones y potenció a zagueros centrales como Akanji y Gvardiol en el arte de la conducción, encontró en Doku el uno contra uno que había perdido con las salidas de Sterling y Sané, y consolidó a Foden como el delantero versátil, punzante, impredecible y polifuncional que siempre prometió ser. Hoy, la figura del fútbol grande de Inglaterra.

La temporada del Manchester City comenzó de maravilla, con seis sólidas victorias en las primeras seis fechas. La suspensión de Rodri, tuerca fundamental de este equipo, vino de la mano con dos caídas, ante Wolverhampton y Arsenal. A pesar de la consagración en el Mundial de Clubes, el final del 2023 fue fatal en el plano local: de seis, empató cuatro y perdió uno.

Sin embargo, ceder la cima de la Premier a manos del Arsenal de Mikel Arteta le sirvió a los Ciudadanos para apretar un poquito más el acelerador. No perdió más: 19 victorias y cuatro empates en las últimas 23 jornadas. Imposible de aguantar para unos Gunners a los que les falta muchas (muchísimas) horas de vuelo. El único que pudo, hasta ahora, el Liverpool de Klopp. Nadie más.

¿Podría la presión de depender de sí mismo derribar las aspiraciones de los Ciudadanos? Imposible. El City es un equipo ganador. Con un DT ganador. Con un plantel ganador. Los 11 de Guardiola salieron decididos a devorarse a un pobre West Ham, que no tuvo más remedio que esperar en un 5-4-1 a no ser goleado. 75% de posesión y más 25 disparos reflejan un monólogo, coronado con dos lindos goles de Foden (uno al minuto) y otro de Rodri.

Pudieron ser cuatro, cinco, seis, diez, de no ser por la correcta tarde del arquero Areola y la mala puntería de Haaland. Del otro lado, Mohammed Kudus tuvo su momento de gloria, con un golazo de chilena que solo sirvió para romper el cero. Nada más. En cuanto a Julián Álvarez, como fue habitual durante casi todo el curso, no tuvo minutos.

"La Premier League es más difícil que la Champions. Son muchas semanas, muchos partidos, muchas lesiones, buenos y malos momentos, diferentes situaciones... El éxito es haber estado ahí en los últimos años”, ha llegado a declarar Guardiola. No es ningún secreto que el DT catalán valora mucho más sostener el nivel durante 38 fechas que tener suerte en una tanda de penales. Se puede ganar un partido jugando mal.

Se pueden ganar dos partidos jugando mal. Pero para ganar un torneo como la Premier League se debe ser, necesariamente, el mejor. Y el Manchester City lo viene siendo hace casi una década. Seis Premier League, dos FA Cup, dos Community Shield, cuatro Copas de la Liga Inglesa, una Champions, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes. ¡Equipo de época!