"Queremos ser los mejores". La selección multirracial Sub 17 que le da al fútbol germano la alegría que le niega la mayor
La selección alemana Sub 17, rival de la Argentina en las semifinales del Mundial de Indonesia (este martes, desde las 5.30 de nuestro país), está recuperando las sensaciones de felicidad olvidadas hace tiempo en el fútbol germano. Los juveniles quieren seguir deleitando a Alemania.
“Por supuesto que esperamos que nuestro éxito con este grupo de edad nos de la atención que los chicos merecen”, dijo el seleccionador, Christian Wück, que aspira al primer título mundial germano en esta categoría. ”Queremos ser los mejores”, declaró, sonriente, Paris Brunner, héroe de los cuartos de final contra España (anotó el único gol del partido, a los 19 minutos del segundo tiempo).
La celebración de los jugadores de Alemania tras la victoria por 1-0 ante España, en los cuartos de final del MundialAchmad Ibrahim - AP.
Cinco partidos, cinco victorias: con grandes cualidades individuales y, para alegría de muchos aficionados, las añoradas virtudes clásicas alemanas de los talentos de la selección Sub 17 representan un aval de cara a conseguir el título. ”Les he dicho a los chicos que solo podemos vencernos a nosotros mismos”, declaró Wück a la cadena Sky Deutschland, según replica la agencia DPA.
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) está encantada con las impetuosas actuaciones de una nueva generación, después de un gran bajón anímico en la selección mayor. El título de campeona de Europa de la Sub 17 en el verano europeo fue el punto álgido de la generación de 2006, cuyos algunos jugadores fueron objeto de insultos racistas en Internet durante el torneo que se realiza en Indonesia. Algunos usuarios publicaron comentarios de odio en las redes sociales bajo una foto de Brunner, que más tarde fue figura ante España, así como de sus compañeros en Borussia Dortmund, Charles Herrmann y Almugera Kabar, y Fayssal Harchaoui, de Colonia.
Paris Brunner, una de las máximas referencias de Alemania en el Mundial Sub 17, frente al arquero español Raúl JiménezAchmad Ibrahim - AP.
Al igual que en la selección campeona del mundo en 2014, la actual Sub 17 también es un reflejo diverso de la sociedad germana: hay jugadores nacidos en Alemania que tienen raíces ghanesas, congoleñas o marroquíes. ”Estamos orgullosos de la diversidad de nuestros (jugadores) Sub 17, que se dejan la piel sobre el terreno de juego en Indonesia”, subrayó la DFB, que tiene la intención de emprender acciones legales contra las proclamas ofensivas.
La victoria por 3-0 de la Argentina sobre Brasil, con tres goles del Diablito Claudio Echeverri, quizás el mejor jugador del Mundial, puso de relieve la dificultad de la próxima tarea de Alemania en el Mundial de Indonesia. ”No será más fácil. Pero seguimos en ello y, por supuesto, nuestro objetivo es permanecer aquí hasta el 2 de diciembre”, declaró Wück. La final se disputará también en Surakarta, escenario de las semifinales contra el equipo dirigido por Diego Placente.
Claudio Echeverri festejando uno de los tres goles que le marcó a Brasil, en los cuartos de final, en YakartaAchmad Ibrahim - AP.
Wück también confía en las características especiales de su selección. “Se destaca la calidad individual de los jugadores. Ya he dicho antes que hemos formado un equipo que recuerda a las selecciones alemanas de los años 80 y 90″, declaró Wück a DPA. ”Nuestros defensores saben defender, nuestros delanteros saben marcar. Son las virtudes que siempre han caracterizado a los equipos alemanes en el extranjero”, explicó.
La comparación con los veteranos jugadores de la selección mayor y sus recientes derrotas en los amistosos contra Turquía y Austria, por supuesto, puede parecer exagerada. Pero los atributos citados por el DT Wück son los que a los hinchas les gustaría ver en las estrellas del equipo dirigido por Julian Nagelsmann.
El triunfo alemán en los cuartos de final
”El camino hacia la selección mayor es muy largo”, afirma Wück. Tras la “enorme plataforma” del Mundial Sub 17, el siguiente paso para los jugadores de talento será en sus clubes. ”La palabra clave es confianza. Tenemos que asegurarnos de que los juveniles adquieren la confianza y el tiempo de juego en la zona de transición con los profesionales. Los españoles nos están enseñando cómo hacerlo, el Barcelona en particular. Hay dos de la generación de 2006 que ya juegan allí (con el equipo mayor). Desgraciadamente, todavía no es así para nosotros”.