El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó este jueves los datos de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre de 2024, revelando que el 52,9% de la población se encuentra en situación de pobreza, lo que representa un incremento de más de 10 puntos porcentuales respecto al 41,7% registrado en la segunda mitad del año pasado. Economistas atribuyen este aumento a las medidas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei durante sus primeros meses de gestión.

En ese sentido, el economista y director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiain, explicó que «las cifras se explican, básicamente, por el salto inflacionario y la devaluación de diciembre del año pasado».

Según Asiain, los efectos de estas medidas se sintieron en los meses siguientes, con una alta inflación y los ingresos evolucionando por debajo de los precios. «A eso se suma una recesión generalizada, motorizada especialmente por la parálisis de la obra pública. Ese combo de medidas de ajuste económico deterioró también el mercado laboral y los ingresos generales de la economía», agregó.

Por su parte, el economista e investigador Julián Zícari coincidió en que las políticas iniciales del gobierno de Milei «apuntaron a un deterioro del ingreso: una devaluación en torno al 120%, recortes en el ingreso, recortes en el gasto. Eso obviamente iba a desencadenar un aumento de la pobreza porque la devaluación acelera la inflación», explicó.

Zícari destacó que, además, el poder adquisitivo se fue deteriorando mientras el Gobierno retiraba subsidios a las tarifas de servicios públicos y disminuía la canasta básica de cobertura para los jubilados del PAMI. El economista agregó que «no hubo una sola medida que recomponga ingresos frente a un arsenal muy agresivo de medidas que generaron una recesión bastante profunda, lo que deteriora el consumo, la actividad y los niveles de inversión».

 

Expectativas para el segundo semestre

Asiain, por su parte, señaló que «la política de mantener el tipo de cambio devaluándose un 2% mensual, muy por debajo de la inflación, fue generando mes a mes un proceso de apreciación cambiaria donde el deterioro de los ingresos en el sector privado empezó levemente no a revertirse, pero por lo menos a frenarse». Ambos economistas coinciden en que las expectativas empresariales también juegan un papel crucial.

«A las políticas de ajuste se suman las expectativas de que no se pueda sostener este valor del cambio y ante eso hay medidas precautorias del empresariado, que no invierte y stockea dólares», comentó Asiain.

Zícari añadió que «es probable que en el segundo semestre, si no se escapa el dólar, las cifras de la pobreza no sigan deteriorándose como se vio en el primer semestre, pero no que haya una reversión significativa».

Sostenibilidad del programa económico

Por otra parte, la sostenibilidad del programa económico de Milei es una cuestión central para los analistas. «El Gobierno espera que la recesión esté tocando piso e incluso, en el mejor escenario, que haya un ligero rebote. En algunos sectores hay algo de eso, en otros no, es bastante desparejo. Aún si se pudiera dar un buen escenario, la pregunta es si es sostenible», cuestionó Zícari.

El economista también indicó que la precaria estabilidad económica actual está vinculada a la capacidad del gobierno para evitar una nueva devaluación y controlar el valor del dólar. «En este momento tiene reservas negativas y de acá a fin de año se van a deteriorar probablemente al doble», estimó. Zícari anticipó que «es probable que los primeros días de enero estemos en reservas negativas en torno a unos 18.000 millones de dólares. Eso prácticamente va a generar default, devaluación y un desastre cambiario, entonces acá la pregunta es si es sostenible este esquema», subrayó. 

 

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