Radicales, macristas y libertarios cambiaron su voto, expulsaron a Kueider y festejan los K
El senador Edgardo Kueider, quien está detenido en Paraguay al intentar ingresar a ese país con más de US$ 200 mil sin declarar, fue expulsado este jueves de la Cámara alta por iniciativa del kirchnerismo y con el apoyo de la UCR, un sector del PRO y hasta los propios libertarios.
La decisión fue adoptada en una sesión especial que se vio cruzada por el pedido de desafuero y detención solicitado por la jueza Sandra Arroyo Salgado contra el entrerriano.
La votación arrojó 60 votos a favor, y 6 en contra que correspondieron al radical Maximiliano Abad; los macristas Carmen Alvarez Rivero, Andrea Cristina, Alfredo De Angeli y Martín Goerling; y Carlos "Camau" Espínola compañero de bloque de Kueider que pidió cambiar su voto luego de haber acompañado a la mayoría. En tanto que el salteño Juan Carlos Romero de Unidad Federal se inclinó por la abstención. Los dos senadores por Santa Cruz estuvieron ausentes.
En tanto fracasó el intento del oficialismo de avanzar con la suspensión del ultra K Oscar Parrilli al no alcanzar los dos tercios que se necesitaban para habilitar el tratamiento en el recinto por no tener despacho de comisión. La medida había sido incluida en el temario a pedido de la vicepresidenta Victoria Villarruel a raíz de la causa abierta por el Memorándum con Irán, en la que el senador cercano a Cristina Kirchner está procesado e irá a juicio oral por orden de la Corte Suprema. La votación fue 34 votos a favor de la propuesta, 31 en contra y 1 abstención que correspondió al propio Parrilli.
Sin fueros y a la espera de una camporista
Con la expulsión aprobada por el Senado, Kueider se quedó sin fueros y podrá ser juzgado tanto en Paraguay como en la Argentina, donde enfrenta dos causas por enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
La jueza Arroyo Salgado investiga si tres departamentos que el ahora ex legislador tiene en Paraná habrían sido adquiridos con fondos provenientes de presuntos sobornos que la compañía Securitas habría pagado a la empresa estatal Energía de Entre Ríos Sociedad Anónima (ENERSA), en momentos que el legislador formaba parte de su directorio.
Hasta el miércoles a la noche, tanto la UCR como el PRO apoyaban la opción de la suspensión hasta el 1° de marzo, propuesta por el oficialismo con el objetivo de reducir los daños generados por Kueider y evitar que los K sumen una nueva banca que quedará para la camporista Stefanía Cora, que acompañó la boleta de Kueider. Incluso, en los pasillos del Congreso, los dialoguistas justificaban la decisión argumentando que el entrerriano tiene derecho a la defensa.
Sin embargo, toda la estrategia cambió horas antes de la sesión cuando se conoció la noticia de que la jueza Arroyo Salgado había notificado por mail a la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, sobre su pedido de desafuero y detención de Kueider.
Giro radical
En la reunión de bloque de la UCR se bajó un mensaje de que no se podía votar en contra de la expulsión de Kueider. Por eso, durante la sesión, el fueguino Pablo Blanco anticipó el cambio de posición, cuando luego de haber señalado que Kueider debería haber renunciado, anunció que iba a apoyar "la echada o la destitución, como dicen más elegantemente".
Más tardes, Eduardo Vishi, jefe de la bancada, confirmó su voto en favor de la destitución. "Daña tanto lo que ha hecho Kueider como la hipocresía de los últimos 20 años de este sector político que se hace el distraído de la serie de condenados que tiene, que tuvo hasta la presidente de este cuerpo condenada", deslizó el correntino apuntando contra el kirchnerismo y Cristina Kirchner, quien fue condenada por corrupción en el marco de la causa Vialidad.
En realidad fue una combinación de factores lo que hizo virar a los radicales. Como había quedado acordado el temario, el Senado votó primero el pedido de expulsión firmado por Mayans junto a Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti y posteriormente se iba a tratar la propuesta de suspensión del libertario Ezequiel Atauche.
La estrategia del oficialismo era hacer caer la expulsión para dejar a los K obligados a votar la suspensión, pero como no estaban asegurados los dos tercios de los presentes, la UCR quiso evitar quedar como aquella fuerza que hubiera pedido que el entrerriano sea sancionado. Por eso terminaron votando con el kirchnerismo.
Luis Juez, luego de anunciar que su bloque iba a dar quórum para pedir la suspensión, en el recinto cambió de idea. "No venimos a entregar nuestra honra a los chanchos, esto no es un aguantadero", dijo el jefe del bloque del PRO, para enfatizar que "la conducta del senador Kueider merece la expulsión".
Uno de los mensajes más esperados fue el de Carlos "Camau" Espínola, quien preside el bloque de Unidad Federal, es aliado de Kueider y se mantuvo en silencio desde que estalló el escándalo. El correntino pidió garantizar el derecho a la defensa de su compañero de bancada. "Si hay que echarlo, lo vamos a echar", aseguró el exmedallista olímpico, quien reclamó más información para saber cuál es la situación procesal de Kueider en Paraguay.
Fuertes cruces
La sesión tuvo momentos de alto voltaje como cuando José Mayans intimó al oficialismo preguntando: "¿Qué le dieron ustedes a Kueider?" para que apoye la aprobación de la Ley Bases. En este contexto, el senador por Formosa confirmó también: "Queremos la banca que nos robaron por plata".
Por su parte, el senador Oscar Parrilli, quien zafó de un pedido de suspensión impulsado por el oficialismo, reconoció que Kueider ingresó a la Cámara alta por el peronismo pero planteó que luego se pasó a las filas del Gobierno. "Nos duelen las traiciones, tiene muchas el peronismo. Kueider se pasó con bombos y platillos a las filas de su gobierno. Le dieron comisiones, nos chicaneaba y nos verdugueaba. Ahora quieren darle una licencia", transmitió.
Juan Carlos Romero, de Cambio Federal, fue uno de los pocos que quiso ponerle un freno a los K. "Nadie lo quiere salvar a Kueider, es insalvable", arrancó el salteño para advertir que el cuerpo no puede "caer en la liviandad (de expulsar a Kueider sin un fallo judicial) ya que cualquier causa armada en una provincia puede terminar en un escándalo institucional".
Mientras se desarrollaba la sesión, Villarruel ordenaba colocar fajas y precintos en la oficina que tiene asignada Kueider en el Anexo de la ex Caja de Ahorro, mientras que en el despacho del Palacio Legislativo se dispuso una custodia de seguridad para que no ingrese nadie a la oficina que comparte el piso con Parrilli.
En un principio peligró que los K puedan alcanzar los dos tercios debido a la ausencia del santiagueño Gerardo Montenegro, quien viajó junto a su comprovinciano José Neder y los tucumanos Juan Manzur y Sandra Mendoza al Vaticano, para participar en la consagración del nuevo cardenal Vicente Bokalic Iglic por parte del Papa Francisco, nombrándolo así como arzobispo de Santiago del Estero y Primado de la Iglesia Católica en Argentina.
Al parecer, Montenegro decidió continuar con el viaje pese a la sesión convocada por su bloque para recuperar una banca que perdieron en 2023 cuando Kueider conformó Unidad Federal.