El Reino Unido se desprendió de su última colonia en África: cuál puede ser el impacto en el reclamo por Malvinas
El Gobierno británico devolvió la soberanía del archipiélago de Chagos a Mauricio. La gobernadora de las islas, Alison Blake, admitió que existen “inquietudes” entre los pobladores. Para el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino es un “ejemplo alentador” para retomar las negociaciones.
Vista general de un zona de Stanley en las Islas Malvinas, en una fotografía de archivo. EFE/ Felipe Trueba
El anuncio del Reino Unido de un acuerdo con Mauricio para transferir la soberanía del archipiélago de Chagos, un reclamo vigente desde 1968, provocó la inmediata reacción argentina sobre sobre si este caso podría establecer un precedente para el reclamo sobre las Islas Malvinas.
De hecho, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto celebraron el acuerdo entre el Reino Unido y la República de Mauricio, que reconoce la soberanía del país africano sobre el Archipiélago de Chagos, incluida la isla Diego García, en donde hay una base militar británica y estadounidense. Se trató de un trabajo de negociaciones de dos años en el que la Argentina contribuyó mediante su participación en la Opinión Consultiva que emitió la Corte Internacional de Justicia.
Respecto a la cuestión de las Islas Malvinas, desde la cartera que dirige Diana Mondino indicaron que el país ve en este acuerdo un “ejemplo alentador” para seguir trabajando hacia un “diálogo serio y constructivo” con el Reino Unido y retomar las negociaciones sobre la soberanía en los territorios.
“La República Argentina desea expresar su satisfacción ante el compromiso demostrado por ambas partes con la diplomacia y la solución pacífica de controversias, el apego al derecho internacional y el respeto de los principios de igualdad soberana de los Estados, de soberanía y de integridad territorial”, señala el comunicado de la oficina de prensa.
“La Argentina ve en este acuerdo un ejemplo alentador para seguir trabajando hacia un diálogo serio y constructivo con el Reino Unido, con el objetivo de generar la confianza necesaria para retomar las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, conforme a la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de Naciones Unidas”, añade el comunicado emitido en las últimas horas.
Sin embargo, las autoridades británicas negaron un nexo entre ambos casos. “Soy consciente de que puede haber inquietudes, ya sea entre la comunidad de las Islas Malvinas u otras, sobre una posible lectura. Me gustaría asegurarles que los contextos legales e históricos del archipiélago de Chagos y las Islas Malvinas son muy distintos”, comunicó Alison Blake, quien dirige la gobernación de los territorios ocupados.
“Los ministros han sido muy claros durante el proceso respecto a que el Reino Unido no aceptará nada que suponga el riesgo de poner en peligro la soberanía en otros territorios de ultramar. El gobierno se mantiene comprometido con la defensa del derecho a la autodeterminación de los habitantes de las islas y el compromiso inquebrantable de defender la soberanía permanece intacto”, cierra el comunicado.
La ministra Diana Mondino y el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, David Lammy
El caso del Archipiélago de Chagos
La disputa por estos territorios se remonta a los años 1960 y 1970, cuando el Reino Unido expulsó a los habitantes chagosianos para mantener el control del Territorio Británico del Océano Índico (BIT), a pesar de que Mauricio había obtenido su independencia en 1968. Este acto ha sido calificado como un crimen contra la humanidad. A pesar de las resoluciones de la ONU y las sentencias judiciales que instaban al Reino Unido a devolver las islas, el gobierno británico inicialmente desestimó estos fallos, argumentando que la decisión de la CIJ era solo una “opinión consultiva”.
Las negociaciones para resolver esta disputa comenzaron en 2022, y aunque hubo intentos de detenerlas alegando que los chagosianos no fueron consultados, estos esfuerzos no prosperaron. El acuerdo alcanzado ahora representa un avance significativo en la resolución de esta prolongada controversia colonial.
Imagen aérea proporcionada por la Armada de Estados Unidos que muestra la base militar Diego García. (Armada de EEUU vía AP)
En virtud del pacto, el Reino Unido aceptará que Mauricio, en la costa suroriental africana, sea soberano sobre el archipiélago de Chagos. No obstante, durante un período inicial de 99 años, el Reino Unido podrá ejercer los derechos soberanos sobre la isla Diego García para “garantizar el funcionamiento continuo de la base hasta bien entrado el próximo siglo”.
El tratado asegurará “el funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base existente en Diego García, que desempeña un papel vital en la seguridad regional y mundial”, señala el comunicado.
El tratado “abordará los errores del pasado” y expresará “el compromiso de apoyar el bienestar de los chagosianos”. Así, “Mauricio tendrá ahora libertad para aplicar un programa de reasentamiento en las islas del archipiélago de Chagos, al margen de Diego García”, mientras que el Reino Unido aportará financiación mediante un fondo fiduciario.
El tratado también dispondrá que el Reino Unido aporte un pago anual durante la duración del acuerdo y subvencione la construcción de infraestructuras para el desarrollo económico de la excolonia. Ambas naciones cooperarán en materia de seguridad marítima, protección medioambiental, el combate contra la pesca ilegal, comercio, inmigración irregular y tráfico de drogas y de personas, precisa la nota.
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