Se trata del policía que está siendo juzgado como autor material del crimen de Reinaldo Andrade, en la localidad de El Soberbio. El otro uniformado acusado, Fabio Boges, se mantuvo en silencio. Las pericias de Gendarmería Nacional exponen que el disparo fue efectuado "a menos de 10 milímetros".

Matías Esteban Lohn, el policía posadeño sindicado autor material del homicidio del productor rural Reinaldo Andrade (37), en El Soberbio, habló ante los jueces del Tribunal Penal Uno de Oberá, donde se está desarrollando el juicio oral y público. En menos de un minuto reclamó "un juicio justo" y pidió "disculpas a los familiares" de la víctima. Se abstuvo de declarar y responder preguntas sobre los hechos por los que está acusado, al igual que su consorte de causa, Fabio Boges, también policía.

"Le quiero pedir, con el respeto que usted se merece, que sea un juicio justo, tanto como para mi compañero como para mí", reclamó mirando de frente al magistrado Francisco Aguirre, quien preside el triunvirato de jueces integrado además por Horacio Paniagua y Jorge Villalba (subrogante). Con el mismo tono, dijo "aprovechar la oportunidad para pedirle disculpas a los familiares del señor Andrade, por lo que pasó, por cómo finalizó el procedimiento", y profundizó: "Yo nunca tuve la intención de lastimarlo, de provocarle un daño, y menos de causarle la muerte. Es todo lo que tengo para decir".

Lohn, quien integraba el Comando Radioeléctrico de El Soberbio a mediados de noviembre de 2019, cuando fue cometido el crimen, llegó a esta instancia imputado por homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego, ya que es señalado como autor del disparo que dio muerte a Andrade, mientras que a Boges se lo acusa como partícipe necesario del mismo delito, y en caso de ser declarados culpables podrían recibir una condena de prisión perpetua. 

Su escueta declaración chocó con las tajantes conclusiones de los peritos, incluidos los de Gendarmería Nacional, cuyos informes obrantes en el expediente dan cuenta que el disparo que mató a Andrade fue a corta distancia: "menor a diez milímetros" o con el cañón del arma "casi apoyada" en la cabeza de la víctima, cuando los acusados sostiene que los disparos fueron desde el interior de su auto en medio de una persecución. Los expertos que hicieron la autopsia lo confirmaron y describieron que la trayectoria del disparo fue "de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba", siendo efectuado con la pistola reglamentaria de Lohn de acuerdo a la pericia balística.

Es más, fueron detectados tres orificios de bala en el coche manejado por Andrade, dos en la luneta y uno en un neumático trasero, compatibles con el arma del principal acusado, que tenía vestigios de pólvora en sus manos y eso también engrosa el cúmulo de evidencia que tiene en contra. Surge del expediente que Boges estaba junto, manejaba el coche de Lohn, y la participación que le imputan tiene que ver con que "vio el disparo y no hizo nada" -según el fiscal de la causa en etapa de instrucción- siendo funcionario público y teniendo la obligación de intervenir en sentido estricto con la ley.

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El crimen que sacudió a la colonia

Como viene publicando El Territorio, los hechos ocurrieron en la tarde del 13 de noviembre del 2019, luego de una supuesta persecución y choque en la calle de tierra del paraje San Ignacio de El Soberbio, a unos 500 metros de la ruta costera 2. Según Lohn y Boges, se encontraban de franco y por ende, de civil, en una estación de servicios, hasta que con el vehículo particular del primero (Ford Focus) comenzaron a perseguir un Volkswagen Voyage que se encontraba supuestamente ligado con el contrabando de cigarrillos. Sostienen que en medio de esa acción el coche de Andrade (Volkswagen Gol) se interpuso en el camino obstruyendo el operativo, y agregaron que la víctima estaba armada con un revólver calibre 38, por lo que abrieron fuego al sentir que sus vidas corrían peligro.

Dicha versión fue desmentida por los acompañantes de Andrade (Ricardo Augusto 'Caio' Velozo y Fabián 'Polaco' Sievers), que iban en el mismo coche. Dijeron que viajaban rumbo a una chacra de la zona mientras bebían cervezas y escuchaban música; llegado determinado momento, uno de ellos pidió bajar para orinar por lo que Andrade detuvo el rodado a un costado del camino y en ese momento fue embestido por el Focus manejado por Boges. 

Cuando los testigos se recuperaron notaron que Andrade ya estaba herido de muerte, y en razón de eso se cree que recibió el balazo inmediatamente después del choque porque, de acuerdo a la versión de los imputados, los disparos que hicieron fueron a una distancia superior a los milímetros que refieren los informes periciales. Durante la pesquisa incautaron las armas correspondientes de ambos efectivos así como también un revólver calibre 38 y un pistolón que fueron hallados cerca del vehículo de Andrade. 

Una de las hipótesis indica que fueron plantadas, o al menos eso acusó la familia de la víctima en coincidencia con testigos que dijeron haber observado el área a los minutos del hecho, sin detectar armas de fuego a la vista. Las pericias hechas por la Gendarmería Nacional revelaron que dichas armas estaban en condiciones de disparar, pero no fueron accionadas, lo que descarta un posible fuego cruzado o enfrentamiento entre Andrade y los policías, que relacionaron con el contrabando de cigarrillos aquel supuesto operativo que hasta ahora los mantiene en prisión.

Donatti, exjefe de los imputados

Uno de los testimonios más relevantes de la jornada fue del exjefe del Comando Radioeléctrico de El Soberbio, Lucas Donatti, superior inmediato de los policías acusados y quien admitió que después del hecho Boges lo llamó "para decirme que había surgido un problema", y negó que durante la supuesta persecución lo hayan puesto al tanto de lo que estaba ocurriendo. "Estuve activo hasta las 13 y salí de franco, me fui a la casa de un amigo, donde estuve hasta las 16, y luego salí hacia lo de mi cuñado. Cuando estoy llegando a su casa me llama Boges solicitando que me presentara porque había surgido un problema en un procedimiento. Voy con mi auto al lugar y cuando llegué Boges salió a mi encuentro y me dijo que tuvieron un accidente y había una persona sin vida. Quise llamar a la ambulancia, pedir apoyo, pero como no enganché a nadie subí a mi auto y manejé hasta la comisaría para darle aviso al jefe sobre lo que había pasado. Después fui al hospital para requerir una ambulancia y ya estaban al tanto de todo".

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Donatti regresó a la escena del crimen pero no de civil, sinó uniformado, lo que generó muchas suspicacias, y hoy explicó que se cambió "porque iban a estar todos los superiores, y corresponde que esté uniformado", descartando cualquier otra interpretación. 

Pero eso terminó siendo un detalle para la defensa de los acusados, que amplió el foco y se centró en la actuación del superior tras la llamada del subordinado y el posterior abandono de la escena del crimen en el que personal a su cargo iba a ser investigado. El abogado de Boges, Gabriel Miranda, fue insistente e hizo admitir a Donatti que su teléfono tenía señal "y de todas maneras eligió irse del lugar en vez de que seguir probando con su teléfono y quedarse para resguardar la escena, custodiar que nadie extraño intervenga", reclamó, en tanto que Federico Tilli, abogado de Lohn, cuestionó que "cuando volvió les tomó declaración y habló con ellos (por los acusados) sabiendo que la policía iba a ser apartada de la investigación".

En ese punto Tilli avanzó un poco más y requirió que se investigue a Donatti por falso testimonio, ya que hoy ante el tribunal negó haber sido alertado por Lohn (entre 16 y 16.30) cuando estaba en marcha la supuesta persecución, mientras que durante la etapa de instrucción "dijo que habló con Lohn y que éste le contó que estaban en una estación de servicios e iniciaron una persecución". El fiscal, Rodolfo Cáceres, dijo que si amerita va a formalizar la acusación.

Donatti insistió con que fue Boges quien lo llamó cerca del mediodía "para contarme que tenían posibles datos sobre un ilícito en el paraje Capín Largo", y que recién después de consumado el hecho Boges lo volvió a llamar para alertar sobre lo que había ocurrido. "No vi a Lohn, y cuando llegué a la escena Boges salió a mi encuentro", reiteró.

El exuniformado le contó a los jueces que como consecuencia de este caso y el daño que sufrió al ser trasladado a otra dependencia, lejos de su familia, decidió abandonar la fuerza provincial, por lo que ahora es comerciante. Sobre Andrade dijo que "dichos de pueblo indican que trabajaba con cigarrillos, contrabando", aunque aclaró: "No hay evidencia, es lo que se hablaba en el pueblo".

Finalmente hizo referencia a los policías y destacó sobre todo a Boges: "Excelente personal, colaborativo y dedicado a su trabajo".

Nueva evidencia rechazada

Los demás testigos que declararon en esta primera jornada son todos agricultores y no aportaron datos sustanciales sobre lo ocurrido, aunque marcaron la presencia de un coche circulando a más velocidad que la normal por el camino donde fue asesinado Andrade. Sin demasiadas referencias, al menos hoy no se pudo determinar si ese vehículo era el Gol de Andrade o el Voyage al que refieren los acusados.

Los abogados defensores intentaron incorporar al debate nueva evidencia relacionada al hallazgo de un Volkswagen Voyage incinerado (robado en Brasil y con patentes adulteradas), días posteriores al crimen en el paraje San Ignacio. Los jueces decidieron no hacer lugar por extemporáneo. La continuidad será mañana, a las 8.30, con la declaración de nuevos testigos.