Denuncian estafa en la recepción de egresados de la EPET N°1 de Posadas: “No servían la comida y terminamos pidiendo pizza para los chicos”

22/12/2025
Denuncian estafa en la recepción de egresados de la EPET N°1 de Posadas: “No servían la comida y terminamos pidiendo pizza para los chicos”

Egresados de la EPET N°1 y sus familias denunciaron incumplimientos en la recepción realizada el viernes 19 de diciembre y apuntaron contra los responsables del servicio de catering. El caso se suma a un antecedente reciente ocurrido en Eldorado.

La denuncia por presunta estafa e incumplimiento contractual durante la recepción de egresados de la EPET N°1 de Posadas continúa sumando testimonios. En esta oportunidad, madres de alumnos afectados brindaron detalles del impacto económico, emocional y organizativo que atravesaron las familias tras lo ocurrido el jueves 19 de diciembre, apuntando directamente contra los responsables del servicio de catering “María López”.

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Natalia Iza, mamá de uno de los egresados de la orientación Electromecánica, relató que el contrato con la empresa se firmó en febrero, luego de evaluar distintos presupuestos. “Desde febrero hasta la fecha estuvimos en contacto permanente. La tarjeta arrancó en 72 mil pesos, con un aumento del 10% mensual. En diciembre ya estaba en 135 mil pesos. En total, el monto abonado ronda los 10 millones de pesos. Es deplorable lo que nos hicieron, no tengo palabras para expresarlo”, afirmó en diálogo con Misiones Online.

Según explicó, la situación comenzó a desmoronarse el mismo día del evento, cuando cerca de las 15 horas los organizadores informaron de manera unilateral que la recepción se cancelaba por la falta de suministro eléctrico en el salón. “Ellos sabían desde las 8 de la mañana que el lugar no tenía luz, pero recién a las 3 de la tarde nos avisaron. Y no nos consultaron nada, simplemente cancelaron”, señaló.

Sin embargo, la versión fue rápidamente puesta en duda por los propios padres. “Un grupo fue al salón, se comunicó con la empresa de energía eléctrica y en menos de media hora el problema estaba solucionado. Si eso se pudo resolver así, ¿por qué no lo hicieron ellos, que estaban desde temprano en el lugar?”, cuestionó Iza.

La madre remarcó que el salón no tuvo responsabilidad en lo ocurrido. “Fue una opción que nos dio el propio servicio de catering y el salón colaboró en todo lo que pudo. Por eso no lo mencionamos en la denuncia”, aclaró.

Pese a que finalmente la recepción se realizó, lo hizo en condiciones muy alejadas de lo pactado. “A las 9 de la noche recién estaban prendiendo el fuego. Las mesas no tenían manteles, las sillas no tenían fundas, la decoración era totalmente precaria. Nada de lo que figuraba en el contrato estaba preparado”, detalló.

La situación se agravó con el correr de las horas. “No hubo entradas, no hubo empanadas, albóndigas ni sanguchitos. A las 12 de la noche no se había servido absolutamente nada de comida. La bebida estaba caliente y recién se sirvió pasada la medianoche, en vasos de plástico que habíamos llevado los padres”, relató.

El menú principal tampoco fue el acordado. “Tenía que ser galeto, con opciones para celíacos y vegetarianos. Lo que apareció fue un churrasco de pollo con un poco de lechuga y tres rodajas de tomate, servido cerca de las 2 o 3 de la madrugada”, sostuvo. Parte de la comida, incluso, fue decomisada por la policía por no cumplir con la cadena de frío.

Ante este escenario, las familias tuvieron que cubrir de urgencia los servicios faltantes. “Pagamos 400 mil pesos un DJ para que los chicos tuvieran música, 100 mil pesos en vajilla, casi 500 mil pesos en pizzas para que pudieran comer algo. Sacamos plata de donde no teníamos”, lamentó.

Natalia también destacó el esfuerzo previo de los estudiantes. “No buscábamos nada lujoso. Fue una fiesta hecha con muchísimo sacrificio. Los chicos hicieron bonos para ayudar a quienes no podían pagar. Son alumnos de una escuela industrial, con mucha carga horaria, pasantías, exámenes de ingreso a la facultad. Aun así, se pusieron la camiseta y, pese a todo, lograron disfrutar”.

En el mismo sentido se expresó Daniela Cantero, otra mamá de un egresado, quien habló con Radio República. “Fue un golpe emocional muy fuerte, sobre todo para los chicos. A las tres de la tarde nos enteramos de que el evento estaba cancelado. Después se solucionó el tema de la luz, pero ahí nos dimos cuenta de que esta persona no iba a cumplir con el contrato”, relató.

Cantero enumeró las falencias: “No hubo decoración, no hubo DJ, no hubo comida, no hubo vajilla. Fue todo muy precario. Fuimos los padres y los invitados quienes tuvimos que solventar todo para que los chicos no se quedaran sin su fiesta”.

Sobre el accionar de los responsables del catering, fue contundente: “Nunca nos dieron una explicación lógica. Hasta último momento decían que las cosas iban a llegar, pero nada llegó. Cuando vimos que no iban a cumplir, decidimos enfocarnos en que los chicos estén bien”.

Las familias ya realizaron la denuncia policial y se encuentran en instancias de asesoramiento legal. “Queremos que la justicia actúe. No solo por nosotros, sino para que no vuelva a pasar, para que otros chicos no tengan que vivir lo mismo”, coincidieron.

Finalmente, ambas madres remarcaron que su objetivo es visibilizar lo ocurrido. “Tenemos contrato, fotos, comprobantes de todo lo que se pagó y de lo que tuvimos que volver a pagar. Esto está comprobado. Lo único que esperamos es que no estafen a nadie más”, concluyó Natalia Iza.

El caso reabre el debate sobre los controles y la responsabilidad en la contratación de servicios para eventos de gran magnitud, especialmente aquellos que involucran años de esfuerzo y expectativas de estudiantes y sus familias.

 

 

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