El tradicional Mercado Modelo-La Placita de Posadas ya vio pasar- y saltear- varias crisis económicas por las que atravesó el país. No obstante, las experiencias previas lejos están de morigerar la actual recesión que está golpeando con fuerza en todos los sectores por igual.

“La situación está como en todos lados, extremadamente crítica”, resumió a  FM 89.3 Santa María de las Misiones, María Eva Duarte locataria e integrante también de las comisiones de la de La Placita.

Para no dejar dudas, agregó que  “la situación está como en todo el país: mala” y explicó que los domingos hay locales que directamente optan por no abrir debido a que durante la semana no vendieron nada.  También, indicó que algunos comerciantes  “abren muy tarde” o “cierran temprano” por  la caída del consumo,  fenómeno que se venía dando durante el último año de la gestión de Alberto Fernández.

Locales cerrados: un fenómeno que inició en la gestión de Alberto Fernández y que continúa con Javier Milei.

 

Consultada acerca de cómo hacen para seguir adelante en este contexto, argumentó que “cuando la época es buena, nos ponemos al día con todos los impuestos que genera un comercio. Cuando las cosas están muy mal, nos quedamos un poco atrás, pero después cuando repunta un poco, tratamos todos de ponernos al día para poder trabajar tranquilos”.

Además, apuntó que por la propia coyuntura se achicaron las brechas con los comercios céntricos. “Antes teníamos hasta un 50% de diferencia (con los locales del centro). Hoy estamos con un 10-15% cuando estamos(…) Muchos nos fundimos. Porque lo poco que se vende, se come, no se repone la mercadería”, lamentó.

Acerca de su rubro, el textil, indicó que “ropa no se compra nada. Se movió un poquito ahora cuando empezaron las clases. Pero se vendió guardapolvo, remerita, pantalones, todo lo que sea colegio. Y nada más”.

Por último, usando un término que popularizó el presidente Javier Milei, remató que “no hay plata” y describió que casi la totalidad de las ventas se hacen por medio de transacciones electrónicas. “No hay billetes en la calle”, remató.