El presidente argentino, Javier Milei, confirmó su participación en la cumbre del G20 que se llevará a cabo el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro. Uno de los objetivos principales de su asistencia es acelerar la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, un tratado que ambos países desean concretar con urgencia.

Milei fue invitado personalmente por su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien es el anfitrión de la cumbre. Sin embargo, las tensiones y diferencias ideológicas entre ambos líderes habían llevado a la Casa Rosada a demorar la confirmación de la asistencia de Milei. “Hemos enviado una carta a Brasilia a través de la diplomacia argentina confirmando la participación del Presidente”, informaron fuentes oficiales.

La Cancillería argentina estuvo en contacto constante con Itamaraty durante todo el año para organizar las reuniones de los comités técnicos del G20. Federico Pinedo, sherpa argentino ante este organismo, lidera el proceso de elaboración del documento final que los Jefes de Estado firmarán en la cumbre. La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, ya había viajado a la cumbre de cancilleres del G20 este año, aunque su presencia de Milei seguía siendo incierta.

A pesar de sus diferencias con el multilateralismo, como quedó patente en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas el mes pasado, Milei reconoce la importancia de estar presente en estos foros internacionales para fijar su posición. Así lo hizo en el G7 de Italia, donde fue invitado por la primera ministra Giorgia Meloni. No obstante, su ausencia en la reunión de presidentes del Mercosur celebrada este año en Asunción, donde evitó compartir una foto con Lula, había generado dudas sobre su posible participación en el G20.

Pese a los desacuerdos entre el Gobierno argentino y el Planalto, las relaciones diplomáticas entre ambos países se mantienen fluidas. El Palacio San Martín interactúa habitualmente con Itamaraty, y se han llevado a cabo encuentros entre Mondino y su par brasileño, Mauro Vieira, así como con Julio Vitelli, embajador de Lula en Buenos Aires.