Con valores por debajo de los 100 pesos, los yerbateros siguen reclamando un mejor precio
Con el cierre de la temporada de cosecha de yerba mate acercándose, los productores yerbateros de Misiones afirman estar viviendo las consecuencias negativas de la desregulación del INYM y la apertura de las importaciones.
Expresan que estas medidas del gobierno nacional llevaron a una caída abrupta en los precios y a una competencia desleal con productores extranjeros. Los yerbateros locales, como Jonas Peterson, Cristian Klingbeil y Luis Semienchuk expresaron su descontento y preocupación por la situación actual.
El 20 de diciembre de 2023, el DNU 70/2023 del gobierno de Javier Milei desreguló el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), suprimiendo sus facultades para definir precios, regular el mercado y decomisar yerba sin estampillas. Para los productores, desde entonces los precios de la hoja verde han caído en picada.
Jonas Peterson, productor de la zona norte, manifestó: «Se podría decir que esta es la peor zafra después de los últimos 22 años en cuanto a precios». Cristian Klingbeil, productor de la zona centro, coincidió y subrayó la importancia del INYM: «Seguimos peleando e intentaremos buscar los métodos para poder recuperar el INYM con todas sus funciones, una herramienta que es fundamental para el sector».
En diálogo con este medio, los yerbateros explicaron la situación actual: a mitad de año, el precio de la hoja verde había perdido el 50% de su valor. Los métodos de pago varían entre 60 y 80 pesos el kilo en planta, 100 pesos de adelanto e indefinida fianza, o cheques con plazos de hasta 120 días.
«Últimamente se está ofertando 60, 80 pesos por kilo de yerba en planta», explicó Klingbeil. Peterson agregó: «En algunos casos están pagando el servicio de cosecha y flete a los productores y el resto todavía no se sabe cuándo ni cuánto les van a pagar».
Las cooperativas también enfrentan dificultades. Jose Luis Semienchuk, de la cooperativa Las Tunas en la zona sur, comentó: «Hay mucha gente que está pidiendo para venir a la cooperativa por el tema del precio que se está pagando y no tenemos capacidad, no tenemos lugar, no tenemos plata». Según Semienchuk, la producción superó la capacidad de almacenamiento de la cooperativa, lo que podría llevarla a la quiebra.
Según Klingbeil el año fue favorable en términos de producción, pero se habla de sobreproducción. «La cosecha fue muy superior al consumo», indicó. Además informó que para la nueva zafra ya se observa la presencia de rulo y una disminución en las lluvias, lo que podría afectar el rendimiento de los yerbales el próximo año.
El productor de la zona centro, afirma que la habilitación de importaciones con beneficios impositivos y financieros por parte del gobierno nacional marcó un quiebre en el precio de la yerba. «El productor pensó que con la libertad de mercado podría imponer su precio, pero muchas veces no es así», subrayó Semienchuk.
Estos productores afirman que esta situación se agrava con el aumento del precio del combustible, que pasó de 400 a más de 1000 pesos este año. La esperanza de los productores para la próxima zafra es mínima. «Estamos con muy poca esperanza y vemos que la lucha va a ser muy grande para recuperar todo lo que se perdió y todo el daño que nos está generando hoy el libre mercado y el DNU», afirmó Peterson.