El Movimiento de Trabajadores del Alto Uruguay, creado la semana pasada, volverá a reunirse este viernes desde  las 18 en frente a la sede de AJUPESO, en El Soberbio. Mientras tanto, continuó abierta la afiliación durante la semana, y mucho más intenso aún el diálogo y debate en el grupo de WhatsApp.

 

La profunda grieta que se generó a nivel nacional con la antinomia entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, sumada a las pobrísimas gestiones de los últimos gobiernos (ni hablar la actual de Alberto Fernández, que ha perdido casi todo el Poder que le brinda su cargo), provocó un enorme malestar y decepción en buena parte de la población argentina que ve en Javier Milei, una especie de descarga en la cual puede manifestar su disgusto y su protesta. Por ese motivo el “libertario” aparece muy bien posicionado en la intención de voto de cara a las PASO del 13 de agosto, en la cual le disputaría, palmo a palmo, a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos.

Pues bien, esa realidad no es ajena en las provincias argentinas, y mucho menos en los municipios, donde a muchos de los gobiernos actuales, pese a realizar gestiones muy pobres, con escasas obras, les alcanza con el “clientelismo” y la “billetera” días antes de las Elecciones para ser reelectos.

Pero en el fondo, en muchos casos, no hacen más que jugar con la necesidad y cierta ignorancia de la gente porque después, durante 4 años, le dan la espalda al pueblo, “total esos tontos ya nos votaron…”. Y ni hablar los alcaldes que perdieron el 7M, ahora en estos 7 meses que restan directamente “harán la plancha”, es decir poco y nada…

Y en ese contexto, El Soberbio no es la excepción. La compulsa se polarizó entre el actual alcalde, Roque Soboczinski, quien se impuso con el 45% de los sufragios contra el 37% (una diferencia de algo más de 1.200 votos) del popular Coleco Kryvszuk.

Pero como hay un sector importante de la población que cree que son una especie de “dinoasaurios”, que no respondieron a sus expectativas, y que simbolizan ideas y formas de gobernar del pasado (de hecho ambos compartieron una misma gestión) y no se sienten representados, decidieron crear ese denominado “Movimiento de Trabajadores del Alto Uruguay”.

El tiempo será fiel testigo y determinará hasta donde su actividad, su convocatoria y su alcance podrán llegar.

 

UNA NOBLE INICIATIVA…

Con cerca de un centenar de personas, provenientes de distintos barrios y colonias, se creó oficialmente este viernes 26 de mayo en la localidad de El Soberbio, el Movimiento de Trabajadores del Alto Uruguay.

La primera reunión de este movimiento social se llevó a cabo en la sede de AJUPESO, ubicada por la calle Suipacha, casi avenida Rivadavia, en el ingreso al Pueblo viniendo por la Ruta 13, desde San Vicente.

A partir de las 18 comenzaron a llegar las personas, quienes, con documento en mano, empezaron a ser afiliadas por la secretaria de actas, la ex diputada y siempre activa dirigente (ahora locutora y propietaria de una radio) Catita Argañaraz.

Posteriormente, alrededor de las 19 y con todos los flamantes afiliados presentes, Catita le cedió la palabra a Walter Kesterke, el ideólogo de este noble proyecto. El activo dirigente social explicó  los objetivos y alcances de este movimiento, que "apunta principalmente a brindar todo tipo de aporte solidario que se pueda brindar a los afiliados, como ayuda alimentaria o asistencia médica".

Sin embargo aclaró que "esta iniciativa no tiene  ningún tinte político, es más, justamente se gestó en un grupo de WhatsApp porque estamos disgustados con toda la clase política local, tanto de los que ganaron las Elecciones del 7 de mayo (Roque Soboczinski) como los que fueron derrotados (Coleco y compañía), quienes suergieron a sus votantes en el olvido, dejando en claro que no les importa la gente y solamente piensan en sus propias ambiciones e intereses".

También hizo uso de la palabra Gamal Haydar, ex funcionario en la segunda gestión de Coleco como intendente y habitué en este tipo de iniciativas, quien recordó que "tengo experiencia y conocimiento de las cooperativas: de las que se instalaron en El Soberbio, de unos 30 años para acá, el 90% o más no funcionó, pero no funcionó porque los responsables no tuvieron seriedad y en la mayoría de los casos sólo trataron de conseguir fondos, que después nunca rindieron, y tampoco hicieron nada”.

Y luego alertó: “Por eso, si este movimiento social que hoy se crea quiere tener credibilidad, debe ser constante en el tiempo y sobre todo, mostrar una actividad permanente en pos de ayudar a la gente y transparencia en la gestión".

Luego pidieron la palabra varios vecinos, quienes plantearon las problemáticas e inquietudes de cada zona, demostrando estar muy consustanciados con esta iniciativa.