El colectivero sufrió una durísima goleada en su visita a Formosa y cayó por 5-1 ante San Martín. El conjunto misionero cerrará la fase regular ante Boca Unidos con la necesidad de sumar. Hoy está en descenso y parece que sólo un milagro, o un cambio de 180 grados podría llegar a salvarlo.

El debut de Adrián Álvarez como técnico interino no fue el esperado, el Colectivero volvió a mostrar sus falencias defensivas, fue superado de principio a fin y terminó pagando caro su flojo presente en el torneo Federal A. En una tarde negra en Formosa, Crucero cayó por un durísimo 5-1 frente a San Martín y profundizó su crisis futbolística y anímica.

El equipo misionero, último en la zona D y con apenas nueve puntos en diecisiete fechas, no tuvo respuestas ante un rival que fue superior en todos los aspectos. Apenas iban siete minutos cuando Gabriel Núñez abrió el marcador para el conjunto local. Más tarde, a los 27’, fue el turno de Siergiejuk para ampliar la ventaja.

Ya en el complemento, Crucero se desdibujó por completo: Vicedo, en dos oportunidades (a los 48’ y 68’), y Peralta, a los 69’, sellaron una goleada inapelable. El descuento de Golomba, a los 84’, apenas sirvió para decorar el resultado.

El encuentro significó el debut en este nuevo ciclo de Adrián Álvarez, quien asumió como interino tras la salida de Sergio Arias, que se despidió con apenas el 21,42% de los puntos obtenidos en lo que va del torneo. Álvarez, que ya había dirigido al equipo en 2022, tiene la misión de sostener al club en la categoría en la etapa de Reválida, donde el margen de error será mínimo.

Con este nuevo golpe, Crucero acumula diez partidos sin ganar (seis derrotas y cuatro empates) y cada vez se hunde más en la tabla de promedios. El equipo de Santa Inés ya piensa en la última fecha de la fase regular, cuando reciba a Boca Unidos de Corrientes, rival directo en la pelea por evitar el descenso.

Tras ese partido, comenzará la verdadera etapa crítica, la reválida, una instancia donde los últimos pelearán mano a mano por no perder la categoría.