A pesar de que el índice de accidentes por el uso de estos productos inflamables disminuyó en los últimos años, desde la Unidad de Quemados del Hospital de Pediatría de Posadas advierten la peligrosidad que representan para los niños y recuerdan el rol de los tutores para evitar accidentes que pongan en riesgo la vida de los menores.

“Tuvimos que vivenciar amputaciones, pérdidas de ojos, pérdidas auditivas, de miembros y de testículos, con lo cual siempre hacemos mucho hincapié de que esto es inseguro, peligroso y deja un saldo grave”, relató Mariana Valdés Viñuelas, pediatra de la Unidad de Quemados en Posadas.

La pediatra y especialista en éste área remarcó la peligrosidad que representa para los más chicos el uso de pirotecnia, “si bien no son muchos los niños, si le toca a uno es terrible, le quedan secuelas de por vida”, aseguró basándose en lo que desde hace 17 años ve al trabajar en este sector.

“Se vio una reducción de casos (niños víctimas de quemaduras) y tiene que ver con la conciencia de los padres, porque esto es responsabilidad cien por ciento de los padres, hay un adulto que compra la pirotecnia y que no ha estado supervisando al niño, esto no es un accidente”, indicó.

Como recomendación en casos de accidentes con pirotecnia  en niños, señaló “la primera palabra que tiene que estar en la cabeza de ese adulto que está mirando o de ese niño, porque muchas veces los hermanos son los primeros rescatistas, es ‘no corras, tirate al suelo y rodá”. Esto se debe a que la víctima cuando está sufriendo quemaduras o se incendia alguna de sus prendas, tiende a correr y eso produce un aumento en las llamas, aseguró Viñuelas. Uso de pirotecnia en niños

Una vez que el fuego se apagó, la primera medida es lavar la lesión “con agua potable a temperatura ambiente, no agua helada, se lava e inmediatamente hay que cubrir la lesión”.

Asimismo, agregó que “jamás hay que retirar las prendas pegadas a la herida, las prendas quemadas y en el caso de que sea una quemadura de las manos, lo primero que hay que hacer es retirar los anillos, porque la mano se va a inflamar y si no se retiran los anillos rápido nos va a provocar un síndrome compartimental”, explicó Vinuelas.

Dependiendo del tamaño de la lesión se recomienda cubrirla con sábanas o fundas de almohadas que estén limpias y secas. En estos casos no se sugiere tomar otra medida más allá de acudir a un profesional de la salud en el centro de atención más cercana. “Las quemaduras son lesiones sumamente dolorosas, la persona se puede ‘shockear’ de dolor”, agregó.

En igual medida tampoco se recomienda aplicar cremas y otros remedios caseros en las lesiones porque “eso solamente contaminaría la quemadura y haría que ésta se pueda llegar a infectar”.

Desde su experiencia, la profesional contó que los casos más comunes de quemaduras en niños se dan por travesuras en el sector de la cocina del hogar. “Lo más común son los niños menores de cinco años que se queman con líquidos calientes y que se encuentran en el contexto de la cocina; la mamá que se encuentra cocinando con los niños alrededor, sumamente traviesos y quiere bajar la mamadera, el mate cocido, el aceite de la milanesa. Es sumamente grave, lleva muchos días de internación sacar adelante un niño quemado por líquidos calientes”, añadió. Uso de pirotecnia en niños

Por último, señaló que este tipo de quemaduras deriva en “ingresos a quirófanos, injertos autólogos (injerto que se compone por tejido tomado del mismo individuo) y no es una quemadura menor, pareciera que quemarse con agua es algo sencillo pero tuvimos pacientes que estuvieron meses internados por esa causa”.