La vida siempre te da revancha. Y sino que lo diga Luis Inácio Lula da Silva en Brasil, quien llegó a la Presidencia en 2002 en su cuarto intento, y que en octubre pasado volvió a ganar las Elecciones presidenciales luego de estar injustamente en prisión durante casi 3 años. Bueno el caso de Elio “Coleco” Kryvszuk en la convulsionada El Soberbio tiene cierta similitud.

A casi diez años de haber sido destituido del cargo por supuesta “malversación de fondos” y otros cargos, logró el visto bueno del Frente Renovador de la Concordia a principios de año (ante la sorpresa de propios y extraños) y quiere regresar con todo, porque su gente se lo pide a gritos. Para ello cuenta con un masivo apoyo del pueblo, que, más allá de las cuestiones legales y de admitir cierta desprolijidad en sus dos mandatos anteriores, lo adora por su buena onda permanente, por su carisma y por su simpatía.

Y como muestra basta un botón: el viernes por la tarde-noche lanzó oficialmente su candidatura a la intendencia de El Soberbio, acompañado cientos y cientos de personas (llegado de barrios y colonias) por otro “político de raza” como Juan Antonio “Turú” González, quien dejó su banca de concejal por el Pays y se encolumnó detrás de él.

Fue en la sede de la nueva y popular Bailanta Carisma, en la salida del Pueblo, a apenas 500 metros de sus cabañas, y a un kilómetro y medio del casco urbano.

Y si bien no hubo movilización ni tampoco los tradicionales panchos, sus seguidores (que son muchísimos, sobre todo en las cerca de 40 picadas y colonias) se acercaron masivamente. Fueron unas dos mil personas presentes que vitorearon su encendido discurso y luego también escucharon las propuestas de Turú y la voz de los demás postulantes al Concejo Deliberante.

La alegre y masiva fiesta siguió durante toda la noche y extendió hasta bien entrada la madrugada, con shows musicales animados por Carlinhos de Banda Carisma, Darío Batista, Elías Luciano Cruz y lo más novedoso, un divertido grupo musical integrador por “Paisanos”, ciudadanos nativos y autóctonos, provenientes de diferentes aldeas.

PALO Y PALO…

En suma, cuando pocos creían que podía volver a presentarse como candidato a intendente, Coleco revivió su romance con la gente que lo quiere mucho: por los “gaucho” y macanudo que siempre fue, porque su carisma y simpatía permanecen  intactas, y por haberle conseguido en pleno auge del Kirchnerismo, unas 15 mil pensiones, que ese momento significaba la mitad de la población, hoy estimada en 45 mil habitantes.

En primeras encuestas “informales” parece estar “palo y palo” con el desgastado, apático y cuestionado intendente Roque Soboczinsi, quien, en casi 8 años de gestión, hizo poco y nada en beneficio del pueblo, y las pocas obras que concretó fueron gracias al permanente apoyo del Gobierno de la Renovación e incluso por subsidios de la Nación, muchas veces manejados de manera poco clara.

La pregunta que se hace la mayoría de los soberbianos, es ¿adónde van los casi 50 millones por mes que ingresan al municipio en concepto de coparticipación provincial, sin contar el dinero especial que envía la Nación para obras y proyectos específicos, además de las regalías por la Biósfera Yaboty, la recaudación de impuestos, las injustificadas multas que cobra el Tribunal de Faltas, sobe todo alos pobres colonos, entre otras vías de “recaudar”.

Son 60 millones de pesos al mes, de los cuáles se gastan algo más de 20 millones entre sueldos y gasoil, para arreglar los escasos caminos de colonias y picadas.

La pregunta es: Dónde van a parar los otros casi 40 millones mensuales? Vaya uno a saber…