La T derrotó al Globo, que quedó casi afuera de la lucha, con un golazo de Navarro y quedó a tres puntos del líder con seis en juego. Emocionante.

Una sola jugada funciona perfectamente como botón de muestra en el fútbol. Y también decisiva en el resultado. La acción colectiva de Talleres que definió con categoría de selección el venezolano Miguel Navarro fue el mejor aval para que el equipo del Cacique Medina siga teniendo crédito en la pelea por el título de la Liga Profesional con Vélez: no solo quedó a tres puntos del líder cuando apenas restan seis en juego sino que mostró un fútbol de alto vuelo para pincharle la ilusión del campeonato a Huracán.

Al Globo le faltó rigor físico y rebeldía para, al menos, tratar de buscar un gol mediante centros el área, sobre todo luego del 1-0 de la T y tras el ingreso del siempre peligroso Wanchope Ábila. Por eso, la derrota que lo bajó de la pelea por el título tuvo un sabor mucho más amargo, a pesar de que aún cuenta con mínimas chances matemáticas: debe ganar en las dos fechas finales y que tanto el Fortín como Talleres y Racing pierdan las seis unidades en disputa.

Es más, en la última jornada Huracán tiene la chance de descontarle puntos en forma directa a Vélez porque lo visita en Liniers.

Desde el inicio quedó claramente marcada la diferencia de potencial futbolístico entre Talleres y Huracán, ya que el local logró el monopolio de la pelota a partir de que Botta liberó espacios con el arrastre de marcas para que Juan Portilla y MA Galarza asumieran la conducción. Con la generación de juego de los dos volantes centrales y las profundas proyecciones de los laterales Benavídez y Navarro, Talleres maniató a los muchachos de Parque Patricios pero no consiguió sacar ventaja en el marcador porque el arquero Galíndez tapó todo, incluso con un par de salvadas espectaculares.

La intención de Kudelka de que su equipo le embarrara la cancha a la T, bien refugiado en su propio campo, con mucha fricción en el mediocampo y salidas desde el fondo con pelotazos largos le duró muy poco.

Porque el jugadón que armó el local desde la banda derecha hacia el corazón del área hasta dejó entregado al pobre Galíndez en el zurdazo de Navarro pegado al palo derecho del arquero. Incluso, Talleres hizo méritos para aumentar la ventaja aunque otra vez las manos del ecuatoriano mantuvieron con vida al Globo, que a pesar de la gran campaña que hizo en el torneo se fue quedando sin nafta y la reserva no le resultó suficiente ni siquiera para volverse de Córdoba con un punto en el bolso.

La fiesta que desataron los hinchas de la T en el Kempes fue la mejor evidencia de que el nivel del equipo en la victoria frente a Huracán los convenció de que tienen argumentos para creer.

Claro que además de depender de que Vélez deje puntos en el camino frente a Unión y/o Huracán, Talleres tendrá que sumar los seis puntos: primero visita a Gimnasia este domingo en La Plata y luego cierra la LPF frente a Newell’s en Córdoba. Por el momento, el Matador sigue al pie del cañón porque ante Globo demostró que tiene argumentos para seguir soñando.