(*) Sergio Vallejos, director de la EPET 39 

 

El súperclásico de El Soberbio

Cuenta la leyenda que allá por septiembre del 2013, los profes y alumnos de una reciente escuela creada a orillas del Río Uruguay se disponían a jugar un picadito y se separaron en dos equipos: los hinchas de River por un lado y los de Boca por otro; en ambos equipos había alumnos y profes.

Con camisetas imaginarias, cada equipo defendería sus colores con todo el talento y la habilidad de la que eran capaces de en ese improvisado partido. Aunque varios eran muy malos jugando al fútbol, pusieron todo su esfuerzo y no faltó el FOLCKLORE de los equipos tradicionales de la Argentina, pues la rivalidad dentro de la cancha ya no distinguía alumnos de profesores y alguna que otra patadita estuvo a la orden del día.

Las chicanas, los reproches, las cargadas y bromas coparon la tarde, convirtiendo de pronto al polideportivo de El Soberbio en la Bombonera para algunos y en el Monumental para otros: la 12 y los Borrachos del tablón acompañaban desde las gradas semi-desiertas, cada grito se escuchaba en cada rincón de la cancha, pero esta vez la hinchada era todo portuñol, pues el River Boca empezaba a mezclarse con la riqueza cultural de aquel lugar.

A pesar de que en esa cancha el Tiki Tiki y el jogo bonito era un fracaso, no faltó alguna que otra gambeta, que erizaba la piel.

La tarde caía y el superclásico River - Boca de la EPET 39 se mezclaba con aromas a esencias soberbianas, y plantaba bandera con matices de un pueblo pintoresco, cuyos jóvenes y adolescentes erigían los cimientos de una de las más inclusivas y comunitaria actividades que constituye la identidad de este colegio.

Más allá del resultado de aquel partido, esa fecha marca el inicio de una tradición que ya lleva 10 años, y este 06 de octubre tuvo un nuevo capítulo. Hoy en día ser parte de los equipos es un orgullo y un desafío cumplido, porque lo que fue puramente deportivo hoy también es pedagógico, ya que se debe firmar un contrato con clausulas académicas y actitudinales, porque el superclásico River- Boca ya no es sólo un partido.

Se vive todo el año en la querida EPET 39, articulando contenidos escolares con valores, sentido de pertenecía con solidaridad que sólo se logra con el trabajo en equipo; porque La EPET 39, ya no solo instala futuro sino también tradiciones, esfuerzo y alegría.

 

(*) Texto colaborativo, ANGI C. a quien les doy las gracias