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Falleció Carlitos Acuña, embajador artístico de Misiones y revelación de Cosquín que llevó por años nuestra música a Europa

31/07/2022
Falleció Carlitos Acuña, embajador artístico de Misiones y revelación de Cosquín que llevó por años nuestra música a Europa

En la madrugada de este domingo 31 de julio, a los 74 años de edad, falleció Carlitos Acuña, a causa de una insuficiencia respiratoria secundaria por una fibrosis pulmonar. Sus restos son velados en Sala A de Funeraria Misiones, desde donde será trasladado para posterior sepultura en el cementerio La Piedad del km 3 a las 17 horas.

Carlitos Acuña, músico predilecto de todos los tiempos en la Capital del Trabajo, declarado embajador cultural de Eldorado, falleció este domingo 31 de julio, a las 3.45 de la madrugada.

Desde el año 2015, al anfiteatro de la costanera de Eldorado lleva su nombre para rendirle homenaje a este gran artista, que tan bien ha representado a su tierra en el país y el mundo.

«Cuando Dios nuestro Señor, llame en el cielo para hacer ejecutar a su coro de ángeles El Condor Pasa, Kilómetro 11 o Pájaro Campana, seguramente estarás en la primera fila, tu arte y amor por la música van más allá de los mortales acá en la tierra» destacó el historiador eldoradense Roberto Gutiérrez.

Y agregó «fuiste como una estrella fugaz, eclipsando a su paso todas las demás, así pasaste por las vidas de los Eldoradenses, gracias por regalarnos tu arte, dejando en el cielo una estela de notas y melodías, que solamente los grandes como vos lo pueden hacer, triunfando y representando en el mundo humildemente al pueblo que te vio nacer, gracias Carlitos».

Carlos Acuña tenía 74 años.

Su vida

Carlos Edelmiro Acuña nació en la Capital del Trabajo el 8 de abril de 1.948, integrando una familia de 10 hermanos, entre ellos Cesar Lindolfo «Poroto», que durante mucho tiempo integró sus conjuntos.

Carlitos fue hijo de Froilán Acuña (primer panadero de Eldorado) y de Paula González. Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Modelo Alto Paraná y la Escuela Agrotécnica Eldorado, se desempeñó en los comienzos del Hospital SAMIC Eldorado en la Sección de Estadística.

De muy joven Carlos demostró su pasión por la música, transformándose con el tiempo en un eximio guitarrista.

A comienzos de los 70 tocaban rock con el nombre de “The Dancers Boys”, e intercalaban a pedido del público música latinoamericana.

En el año 1975, con el nombre de “Los hermanos Acuña” ganaron el Premio Revelación en el festival de Cosquín de Córdoba y de ahí en más realizaron presentaciones en diferentes escenarios nacionales y giras por lejanas ciudades latinoamericanas, asiáticas y europeas.

En Suiza realizaron por diez temporadas sus conciertos ante la admiración del público local, que pese a hablar diferentes idiomas se engalanaba con la presencia de dos guitarristas virtuosos.

Carlos fue designado Embajador de la Música de la ciudad de Eldorado y creador de varios talleres de guitarra en la Municipalidad, donde enseñaba ese instrumento desde hace varios años.

«Para tener idea de la versatilidad y experiencias logradas en su carrera artística se manifiesta por la cantidad de instrumentos utilizados en las interpretaciones que realizaba: guitarras, charango, cavaquinho, ukulele, flauta de pan, quena, bajo, teclados, percusión y voces. Carlos Acuña integra el Staf Internacional de Guitarras del Mundo» manifestó el historiador Roberto Gutiérrez.

Él y su grupo actuaron en eventos locales, regionales, congresos y convenciones internacionales, aplaudidos por personalidades como los príncipes Takamado de Japón, y actuaron además en encuentros presidenciales y diplomáticos.

«Nombrar a todos lo que integraron sus conjuntos es imposible, pero podemos nombrar a su hermano Cesar Lindolfo, Roberto Gruber, Abbey Road, Carlos Caniza y varios más» detalló Gutiérrez.

Y agregó «gracias a Dios, fueron innumerables los honores y reconocimientos que Carlitos recibió en vida, como hacen los grandes, porque las distinciones póstumas de poco sirven».

Además dijo «no nos avergoncemos de exteriorizar el sufrimiento sufrir la pérdida de alguien que tanto queremos y nos ha ayudado, llorar también en cosa de hombres, sobre todo en estos momentos cuando la incredulidad se convierte en negación y tratamos de confirmar por todos los medios, no creemos su partida, pensamos no es real, un amigo nunca se va, sigue viviendo por siempre en nuestros corazones».

Por todo lo realizado en vida y por la persona que fue, sin dudas la partida de Carlitos Acuña es una gran pérdida para la ciudad de Eldorado y para el colectivo cultural de la tierra colorada.

Como misioneros, solo resta agradecer por esa música inigualable que emocionaba hasta las lagrimas y que seguirá sonando en nuestros corazones.

Hasta siempre Carlitos! Gracias por habernos representado en el mundo con la destreza de un grande y la humildad de quien nunca olvida sus raíces.

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